La compañía madrileña Aracaladanza recrea la pintura de Leonardo da Vinci en el teatro Cuyás con el espectácul Vuelos que se representa para el público familiar en una única función el sábado, 20 de mayo, a las 18.00 horas. Previamente habrá cinco representaciones para el público escolar patrocinadas por la Fundación Mapfre Guanarteme dentro del programa pedagógico del recinto de Viera y Clavijo que están previstas entre los días 17 y 19.

Tras adentrarse en los universos de El Bosco, Magritte y Miró con los montajes Pequeños paraísos, Nubes y Constelaciones, respectivamente, la prestigiosa compañía madrileña propone ahora este Vuelos, con el que fija su atención en la figura y la obra del gran Leonardo da Vinci.

En él, combina durante 50 minutos movimiento, música, objetos, proyecciones y, por supuesto, danza. El espectáculo, que está coproduccido por Teatro de La Abadía, Sadler´s Wells y Nottingham Lakeside Arts, ha sido creado y dirigido por Enrique Cabrera. Sobre el escenario, Carolina Arija, Jorge Brea, Jonatan de Luis, Raquel de la Plaza y Jimena Trueba.

Completan el equipo artístico el afamado iluminador Pedro Yagüe, Álvaro Luna (diseño de video escena), Luis Miguel Cobo (composición musical) y Ricardo Vergne (diseño de marionetas y objetos con el asesoramiento de El Nudo Compañía Teatral).

El montaje, de un gran impacto visual, mezcla teatro, danza, música y videocreación, en un espectáculo de una compañía que destaca por la calidad de sus propuestas como ya ocurrió con sus tres anteriores montajes en la capital grancanaria.

Máximo exponente del humanismo renacentista, Leonardo da Vinci (1452-1519) necesitaba comprenderlo todo y su clave para conseguirlo era la observación y el estudio directo de la naturaleza ("Consulta para todo con la naturaleza", decía). Pero si algo le obsesionaba era el vuelo de pájaros y murciélagos, así que durante 25 años, se dedicó a estudiarlos con la intención de imitarlos y hacer así realidad el mito de Dédalo e ícaro.

Después, realizó cientos de bocetos y prototipos de máquinas voladoras a las que precisamente denominó "pájaros". Lamentablemente, parece que nunca consiguió dotarlas de la potencia suficiente para elevarlas y mantenerlas en el aire, un fracaso que le valió la crítica y la burla de contemporáneos como Miguel Ángel que dijo de él: "Empezó muchas cosas, pero no acabó ninguna". Siglos después, sus diseños serían, sin embargo, la base de la aeronáutica, y por cosas así está considerado como uno de los hombres más brillantes de todos los tiempos.

El director de la compañía, Enrique Cabera, al hablar de este montaje, señala que Aracaladanza reivindica los espectáculos infantiles más allá de su papel como creadores de públicos consolidados a largo plazo y señala que este tipo de montajes deben apostar por la calidad porque los niños y niñas "son el público del presente y no sólo del futuro". Cabrera recordó que en España poco a poco se ha luchado para que "los espectáculos para niños tengan cada vez mayor calidad", y recuerda que "algunos espectáculos infantiles y juveniles tienen más calidad que los de adultos".