El imaginario de Benito Pérez Galdós está tatuado y rotulado en las arterias de Las Palmas de Gran Canaria, ciudad natal de uno los escritores canónicos en la literatura española del siglo XIX, nacido tal día como ayer. Sus obras y su nombre coronan calles, barrios, un centro educativo y un teatro emblemático, ambos centenarios, en el corazón de la ciudad, donde también se asienta la casa-museo donde residió el autor hasta los 19 años.

Pero es a partir de sus obras donde debe reivindicarse la significación del escritor grancanario. "Les invito a que lean cualquiera de las obras de Galdós y descubran que, superada la barrera histórica contextual, nos encontramos con una representación del mundo que nos resulta muy próxima", manifestó ayer Victoria Galván, directora de la Casa-Museo Pérez Galdós.

Este centro museístico celebró ayer el 1740 aniversario del nacimiento de Benito Pérez Galdós (Las Palmas de Gran Canaria, 1843 - Madrid, 1920) con un programa de actividades que arrancó con la lectura continuada de una treintena de fragmentos correspondientes a diversas obras del escritor realista, publicadas entre 1865 y 1915. "Este año hemos variado la orientación de aniversarios anteriores, en los que se leía una sola obra de Galdós, y hemos abordado distintos textos con la esperanza de que despierten el interés a quien no haya leído a Galdós, de quien subrayo la plena actualidad de su obra", añadió.

El presidente del Cabildo de Gran Canaria, Antonio Morales, inauguró el recital ayer, a las 10.00 horas, con un fragmento de Fortunata y Jacinta (1887), una de las obras más representativas de la novela realista española decimonónica. Le sucedió la lectura de fragmentos de La Fontana de oro (1870), Trafalgar (1873), La mula y el buey (1876) o Marianela (1878), entre otros, de la mano del consejero insular de Cultura, Carlos Ruiz; la consejera insular de Igualdad, María Nebot; el rector de la ULPGC, Rafael Robaina; el director del Museo Néstor, Daniel Montesdeoca; o la propia directora de la casa-museo, entre otros.

En paralelo, la transmisión del universo galdosiano se dirigió también a los más pequeños a través del teatro y la fiesta. Los alumnos de primer curso de Primaria del colegio San José Dominicas asistieron a la representación del montaje Feliz cumpleaños, Don Benito, a cargo de la compañía de títeres y proyección audiovisual Cancionero isleño, que recreó en clave músico-teatral la vida y trayectoria del escritor. También los alumnos del colegio San Vicente de Paul protagonizaron una sesión denominada Personajes de Galdós en boca de escolares, que leyeron textos propios en homenaje a la efeméride galdosiana. A continuación, los alumnos festejaron el 174º cumpleaños de Benito Pérez Galdós con una fiesta que incluyó tarta, música, juegos y piñata.

"Este año hemos querido simultanear la lectura con las autoridades e invitados habituales con una fiesta de cumpleaños destinada a los niños y jóvenes" donde el denominador común "es una invitación a la lectura", destacó Galván, quien subrayó a su vez que "para una campaña de promoción de la lectura se deben llevar a cabo más acciones" porque "lo que hay que hacer es zambullirse en los textos del escritor gigante que fue Galdós, que cultivó no ya en la novela en sentido estricto, sino la novela histórica, el cuento y el teatro".

Con todo, Galván aprovechó para invitar a la ciudadanía al XI Congreso Internacional Galdosiano, que se celebrará del 19 al 23 de junio con varios expertos en su obra bajo el epígrafe La hora de Galdós.

Tristana, la malquerida

  • Antonio Becerra, profesor e investigador de Literatura Española en la ULPGC, puso el broche a la celebración del 174º aniversario del nacimiento de Benito Pérez Galdós con la disertación De malqueridas y bien amadas, que brindó ayer en la casa-museo. Becerra realizó un recorrido por diversos autores a partir del tratamiento de estas dos figuras literarias, que bascula entre la obra La malquerida de Jacinto Benavente (1913) y la novela La bienamada de Thomas Hardy (1892-97). "Pero estos autores no son los únicos, sino que hay una serie de puntos en común con otros textos, como es la obra en prosa de Carolina Coronado, Gertrudis Gómez de Avellaneda y Emilia Pardo Bazán", apunta Becerra. "Y junto a estas autoras, Galdós aborda también estas figuras, un poco en La desheredada y, sobre todo, en Tristana, que tiene muchos motivos que remiten a la figura de La malquerida, pero también a La bienamada". Becerra señala que el análisis de ambos estereotipos permite reflexionar "sobre cómo la mujer se convierte en un objeto y en cómo en estas escrituras, tanto de las autoras citadas como de Galdós, adquiere voz y se convierte en sujeto".