La Provincia - Diario de Las Palmas

La Provincia - Diario de Las Palmas

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Karel Mark Chichon: "La Filarmónica necesita un líder para cambiarla desde su base"

El director británico inicia una nueva etapa al frente de la Orquesta Filarmónica de Gran Canaria repleta de novedades que relata con entusiasmo

Karel Mark Chichon: "La Filarmónica necesita un líder para cambiarla desde su base"

El británico Karel Mark Chichon inicia una nueva etapa al frente de la Orquesta Filarmónica de Gran Canaria repleta de novedades que relata con entusiasmo. Su fama de exigente y su experiencia en tres grandes orquestas europeas le avalan.

¿Qué exigencias le han pedido los políticos para decantarse por su nombramiento?

Los políticos me han pedido seriedad, elevar el conocimiento de la orquesta en la comunidad y especialmente que tenga contundencia. La primera y la tercera las tengo por naturaleza. Y tengo que subrayar que han tenido un grandísimo interés en este proyecto conmigo. Me han pedido un análisis pleno de la orquesta y me han dicho claramente lo que ellos necesitaban. Y básicamente lo que me piden es liderazgo. Lo que más les gustó de mí es que hiciera un análisis preciso de cómo estaba la situación. Les hice el análisis completo y acerté en todo, porque ya tengo una experiencia de tres orquestas y lo veo todo de lejos. Y también sé que orquestas puedo arreglar y qué no. Aquí veo muchas ganas que no están coordinadas.

Acaba de asumir la responsabilidad de esta orquesta, pero ya la ha dirigido en tres ocasiones. ¿Qué impresión tiene de ella?

Es una orquesta que busca y necesita un líder para cambiarla desde su base. Y creo que es necesario para restaurar lo que significa para la comunidad y los propios músicos. Mi función no va a ser solo de tipo musical. A mí me ha contratado una entidad pública y a los músicos los contrata el pueblo y ellos tienen la obligación de llegar al ciudadano. Tenemos que acercarnos más la gente y si no surge esa compenetración será que no estamos haciendo bien el trabajo. Por eso tengo claro lo que tengo que hacer y no lo veo como una dificultad porque servimos al público.

Pero llega tras un momento algo turbulento que derivó en que en septiembre del año pasado los músicos hicieran huelga.

No me gusta hablar del pasado, sino centrarme en el presente y el futuro. Y pasar página porque, evidentemente, han ocurrido cosas desagradables. Ha habido consecuencias. La huelga no habría ocurrido si hubiera habido un director titular. Y, por otro lado, el público no tiene el más mínimo interés de los problemas internos que podamos tener aquí. Uno compra un disco y lo que quiere es tener una buena grabación. Y cuando compra una entrada los que quiere ver es un buen concierto. Le da igual todo lo demás. Y es como debería ser. En estos momentos hay un poquito de distancia entre la gente y los músicos y eso ocurre cuando no hay un líder durante dos años. Ahora, ese acercamiento con el público lo tiene que hacer el director.

¿Cree que pueden surgir nuevos conflictos entre la función artística del director musical y la administrativa del gerente?

No, porque el gerente está ahí para seguir la línea del director artístico. No está para dar sus opiniones de cómo debería convocarse esto o lo otro. Está para gestionar un hilo musical y debería ser un economista que le pueda facilitar el trabajo al director artístico y que diga si esto se puede o no se puede hacer, que aconseje cómo podemos hacerlo y sacar el máximo partido del dinero presente. Nadie quiere una huelga y a nadie le conviene una huelga. A mí lo que me interesa es que no ocurra otra vez.

¿Considera la posibilidad de que los músicos puedan acomodarse y empezar a pedir unas privilegios que son inviables?

Puede ocurrir, pero si los músicos están acomodados es porque no se les está exigiendo lo suficiente. Es como cualquier otro trabajo. Una vez un periodista me criticó porque decía que yo era muy exigente. Y claro que lo soy. Si no lo fuera, ¿qué estaría haciendo?, ¿es que la exigencia es mala? Todos deberíamos ser exigentes con nosotros mismos porque mejoras trabajando duro. Otra cosa es tratarlos como esclavos. Pero si la exigencia se vive en el puesto de trabajo la actitud es diferente, consigues mejores conciertos, actúas mejor y se te desarrolla el orgullo. Lo peor que puede hacer un artistas, ya sea pintor, músico, escritor, actor, es que se acomode porque no haya nadie que le exija y le interese. Los músicos están para hacer música, y en el fondo de ellos siempre quieren hacerlo mejor. Si nadie les exige tampoco van a ir ellos al director a quejarse. Y tampoco se le puede pedir a un músico que lo haga. Esa es la labor del director titular y artístico. No vale tener un gran director artístico que tiene un gran conocimiento de todas las obras, pero luego se pone delante de los músicos y no rinde al nivel que se le supone. Y esos son las dos cualidades que buscaron los políticos a la hora de contratarme.

Desde el punto de vista musical, ¿cuáles serán los cambios?

Tengo muy claro que hay que tener más riesgos. A veces creo que los músicos optan por el lado más cauto y más seguro, pero a mí me gusta que tomen riesgos porque eso lo siente el público. El público no quiere lo mismo. Sino hacer una Quinta de Beethoven de manera diferente. Y también tengo mucho interés en un repertorio, aunque vaya a repetir algunas obras que desarrollan a la orquesta. Aunque hayan ejecutado 500 veces las sinfonías de Beethoven, yo las voy a repetir porque sé que son medicina para los músicos. Primero porque creo que voy a aportar algo diferente. Y segundo porque me va a servir para otro repertorio. Lo he hecho ya en tres orquestas y lo mejor es empezar por pequeñas formas a través de Beethoven, Mozart, Haydn y el repertorio romántico. Y ya sé la línea que tengo que seguir. El público no tiene problemas con que se repita una pieza en una programa. Tiene problemas cuando esta se repite igual.

¿Cree que una orquesta puede interpretar la Novena

Exactamente. Al final no es una cosa de interpretar porque lo que llega es un mensaje y una emoción. Y el que lo escucha sale con la impresión de un mensaje que le ha transmitido el director a los músicos. Pero si la han tocado cuatro veces en los últimos cuatro años yo no la voy a programar. Porque también hay unos límites, a menos que me la pidan. Hay un programa bastante elaborado, quiero desarrollar un poco más el tema de los conciertos de cámara de músicos de la orquesta y ahí sí que podría llegar a hospitales, prisiones, etc.

¿Pero tiene ya una línea definida sobre la programación?

No me gustan los hilos porque restringen a los directores y solistas. Pero abarco todo, desde el Barroco hasta lo moderno. Eso sí, le voy a dar más enfoque a artistas canarios y a compositores españoles modernos. Porque al final estamos en España. Y también he pedido una lista de los artistas canarios más consagrados y los que están empezando. Porque es mi obligación apoyarlos y desarrollarlos. Y el público se merece escuchar a sus mejores. Lo mismo va a suceder con la música contemporánea que es muy importante. Obviamente tendré repertorio de muchos compositores modernos, pero el enfoque va a ser español. Y lo mismo con los solistas. Pero una cosa es cómo yo programe y otra cómo vea los resultados. Tengo una amplia nómina de directores que quiero que vengan, pero es necesario que tengan una química con la orquesta. Es ver, tratar, etc.

¿Y cuál es su feeling, particularmente, con los músicos?

Ellos me dijeron que este año han tocado a su máximo conmigo en La favorita. Y eso ha ocurrido porque hay complicidad. Otra cosas es que sea un poco duro, pero puede haber complicidad con dureza, ya que yo soy muy respetuoso, no insulto ni aterrorizo a nadie, sólo exijo. Y he aceptado el puesto porque puedo hacer grandes cosas con la orquesta. Quiero cambiar ciertas actitudes y ciertos enfoques. También creo que los músicos tienen que estar más cómodos ya que la institución esté ahí para servirlos.

¿Qué le parece lo que ganan los músicos de esta orquesta?

Dentro de lo que se gana en España, que yo sepa, es normal, aunque bajo no es. Hay mucha fantasía sobre que a los músicos se les paga mucho, pero en Alemania se les paga mucho más. En Salzburgo la media es de 40 mil y sube mucho para cualquier solista. La gente no entiende el verdadero trabajo de los músicos. Yo no he tenido infancia. Empecé a los siete años y cuando mis amigos se iban de juerga yo me quedaba a estudiar. Yo empecé a vivir una vida normal a los 18 años. Cuando entré en la Real Academia de la Música había 300 personas de la élite para dos plazas.

¿Y sucede eso mismo con los integrantes de la Filarmónica?

Muchos músicos de esta orquesta han estudiado en escuelas muy importantes a la que no entran si no están bien preparados. También hay una disciplina y una gran inversión en estudios. Tienes que compra un instrumento. Y el estrés que conlleva cuando uno es muy joven. Un padre tiene que hacer una inversión de mucho dinero, y todo eso tiene un cierto sacrificio y no todos vienen de buenas familias que puedan pagarlos. Y un músico de una orquesta no puede mantenerse sin estudiar. No hay un sólo músicos que estudie para estar en una orquesta. Todos van con la idea de ser solistas porque ahí no tienes ningún tipo de restricciones. Nosotros trabajamos cuatro veces a la semana y damos el concierto del viernes. Son cuatro horas diarias y lo que los músicos ensayan antes de llegar. Y a veces fines de semana con la ópera.

¿Qué le diría a los que consideran que cobrar once mil euros por abono, como es su caso, es una cifra desorbitada?

Pues le diría que en Alemania estaba recibiendo 17.000. Y que con el caché viene una responsabilidad para hacer el trabajo. Y yo elegí venir aquí porque me gusta este estilo de vida. Es realidad es un caché muy por debajo de lo que yo normalmente cobro como titular. Pero me interesaba este trabajo y lo veía además muy factible.

Usted va a mantener su residencia en Málaga. ¿Le será posible mantenerse bien informado de todo lo que ocurra?

Estoy a dos horas de aquí y hay dos vuelos directos al día desde Málaga. Y cuando yo no esté los músicos van a sentir mi presencia. Voy a estar al teléfono y poniéndome al tanto. Me interesa que cuando yo no esté funcione. El próximo mes se va a anunciar un nuevo cargo artístico que va a facilitar todo eso. La organización tiene 21 personas y es suficiente.

Usted ya ha sido titular de tres orquestas muy importantes.

Y muy diferentes. Todas tienen su ADN particular. Y la Filarmónica de Gran Canaria es diferente. La Orquesta Sinfónica de Graz tenía un gran sentido de la responsabilidad, era una orquesta muy seria, pero había que trabajar mucho para que despegara, pero tenía también una gran energía, aunque no tomaba riesgos y eso costaba mucho trabajo. Eran personas extremadamente serias y disciplinadas, pero para mí excesivamente. La Orquesta Sinfónica Nacional de Letonia era exactamente lo contrario, tenía disciplina, pero cuando yo no estaba se revolucionaban. Pero había un implique emocional total. Y eso es lo que más me atraía, porque te daban todo e iban al fin del mundo musicalmente hablando. Y allí han estado mi mejores años emocionales, que vayan contigo hasta el final del viaje es una cosa muy especial. Entre medio estuve con la Deutsche Radio Philarmonie de Saarbrücken durante siete años. Era una orquesta seria, sin límites técnicos, pero muchos eran funcionarios y a veces estaban demasiado acomodados. Cambié los defectos y los mejoré.

¿Cree que el público canario tiene un nivel de exigencia alto?

Hay una gran seguimiento por la música clásica y la ópera. El público aquí es muy sensible para saber cuando algo está bien o mal. Y ese ha sido uno de los atractivos. Y se venden muy bien los conciertos que tampoco es tan fácil.

¿Cómo será su labor si la comparamos con Pedro Halfter?

Estudiamos juntos en Viena, pero él y yo somos la noche y el día. La equivocación más grande que puedes tener con una orquesta es que los músicos te vayan a agradecer cualquier favor que les hagas. Eso no existe. Llega un momento que tienes que cambiar de rumbo. Yo lo máximo que puedo pedir a una orquesta es que me respeten.

Compartir el artículo

stats