Robert Pattinson consigue por fin hacer olvidar la saga Crepúsculo con una espectacular interpretación en Good Time, película con la que deslumbró ayer en el Festival de Cannes. Más de un año de trabajo le llevó a Pattinson meterse en la piel de Connie, un personaje muy diferente a todo lo que ha hecho hasta ahora, y con el que se transformó tanto que nadie le reconoció durante el rodaje por las calles de Nueva York. Relata la historia de Connie y su hermano Nik, que cometen un atraco a un banco que sale mal. Efe