La Provincia - Diario de Las Palmas

La Provincia - Diario de Las Palmas

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Cine Entrevista

"El cine es de las pocas cosas que representan bien a España fuera"

"Lo importante de este oficio es no parar de hacer cosas, aunque te des contra la pared", afirma el actor Jorge Sanz

El actor Jorge Sanz, ayer, en el Festivalito de La Palma. LA PROVINCIA / DLP

¿Qué representa para usted recoger la Estrella Polar en el Festivalito de La Palma?

Me gusta mucho, porque la esencia del Festivalito es la esencia con la que hemos hecho la serie ¿Qué fue de Jorge Sanz?, que es que si quieres, puedes. Lo importante de este oficio es no parar de hacer cosas, aunque te des contra la pared. Solo hacen falta dos cosas para hacer cine: la imaginación y el saber hacer. Lo demás se puede hacer con más o menos recursos, pero se puede hacer. Por eso creo que el cine, por mucho que lo intenten, no se va a dejar de hacer, porque somos un país de cineastas y un país de cómicos de larga tradición y de largo recorrido.

A la luz de este premio a su trayectoria, ¿cómo recuerda su debut con nueve años?

Yo siento que estoy en este oficio por casualidad, porque de niño era un actor fabuloso; mucho mejor que ahora, por supuesto (risas), porque tenía una cosa que es magnífica para la actuación, que es la inconsciencia. Además, era muy fotogénico y tener a un niño fotogénico es como trabajar con Lassie: se puede estar hundiendo el mundo, pero tú quieres estar mirando qué hace Lassie. Y es que realmente fue por casualidad, porque mi madre me llevó a un casting, cuando ni siquiera sabíamos bien lo que era un casting, porque buscaban a un chaval de mi edad. Yo entonces no sabía qué estaba haciendo y esa inconsciencia se tradujo en naturalidad, así que, más que actuar, lo que hacía era jugar, hasta que empecé a trabajar con Vicente Aranda y con Victoria Abril y vi que esto era una cosa más que seria. Entonces, de alguna manera, mi madre me empujó a este oficio pero, luego, el oficio me eligió a mí. Y la gran maestra que tuve en mis inicios fue Victoria Abril, que es un animal del cine, porque me aficioné a ir con ella a ver proyecciones, que es algo que ella hacía mucho y que te permite repasar bien tu trabajo, aprender y mejorar.

¿En qué momento sintió que se consolidaba por fin en la escena nacional?

En esta etapa que cuento yo era un crío que hacía cosas de crío y no sabía a qué me iba a dedicar hasta que, con 16 años, me fui con Fernando Trueba y Cristina Huete, su mujer, a rodar El año de las luces en Portugal. Ahí me enseñaron qué significaba de verdad ser actor y decidí que ya no quería hacer otra cosa en la vida. El amor que ponen en el oficio y en cada cosa que hacen, que es algo tan maravilloso como hacer películas, es una manera maravillosa de ir por la vida. Ambos han sido como mis hermanos mayores en este oficio y, sobre todo, me han enseñado la manera bonita de vivirlo, que es favoreciendo a todos los que tienes a tu alrededor, porque si todos hacemos bien nuestro trabajo, la película siempre va a ser mejor, porque hacer una película es casi un milagro.

¿Cómo vivió la polémica que se desató sobre el supuesto "antipatriotismo" de Trueba en el estreno de La reina de España ?

Creo que, con el tiempo, la gente se dará cuenta de la gran manipulación que fue y se cabreará. Fernando dijo exactamente lo mismo que cuando ganó el Oscar por Belle Époque, sólo que en otro momento y otra situación. Y Belle Époque era una película que, aunque representaba a España, tenía un equipo formado por españoles, franceses, portugueses e ingleses, así que mostraba lo que Fernando siempre ha defendido y defendió con aquellas declaraciones, que es que la cultura no tiene fronteras. Y punto. No hay que darle más vueltas. Si alguien piensa que tiene sentido atacar a los que hacemos películas, estos salvapatrias amenazan con cargarse una industria que no sólo da dinero a las arcas del Estado, sino que además representa magníficamente a España en el extranjero. De hecho, el cine es de las pocas cosas que representa bien a España en el extranjero. Hoy, a Almodóvar le están haciendo una retrospectiva en el Moma de Nueva York y es presidente del jurado en Cannes; Trueba ha ganado un Óscar y, precisamente, exhibió La Reina de España en la Berlinale, que es el corazón de la cultura europea. En los créditos, el público estuvo cuatro minutos en pie aplaudiendo, pero, claro, eso no salió en ninguna reseña en la prensa nacional. Lo que sucede es que a esta película la han utilizado porque, después de un año siendo la película que todo el mundo quería ver, porque es una película que lo tiene todo, su estreno coincidió con una serie de acontecimientos políticos acojonantes, pero el tiempo pone todo en su sitio.

¿Cómo se embarcó en la serie que protagoniza a las órdenes de David Trueba?

Una vez más, por casualidad. Una editora de El Jueves me había propuesto el proyecto de hacer una serie y, por otra parte, David y yo somos amigos desde que teníamos 16 años. Juntos hemos trabajado en todas las situaciones imaginables: de guerrilla, con dinero, sin dinero, en España, en el extranjero... Entonces, se nos ocurrió intentar un proyecto con el formato Larry David, que hasta ahora no se había explotado en España, en clave de falso documental sobre un actor, que soy yo, al que las cosas le van fatal. Además, yo tuve un representante que era un poco como el personaje de Eduardo Antuña, así que el guión está basado un poco en mi vida. La verdad es que estuvimos semanas descojonados escribiendo muchas de las escenas, como la de Juan Diego Botto diciendo "¿pero dónde estabas tú en el No a la guerra?". Fue genial.

¿Por qué cree que funciona esta apuesta tan experimental?

Pues porque es inédita, porque es honesta y porque lleva el sello de David Trueba, que para mí es uno de los grandes genios de nuestra generación, como cineasta y como escritor, y que, además, tiene la cabeza muy bien amueblada.

¿Alguna vez temieron que no encontrase público en España?

Nuestra premisa era hacer la serie que a nosotros nos gustaría ver y como a nosotros nos gustaría que se rodaran las series, que es con el 100% del control sobre el contenido. Al principio, David me decía que el público español no lo iba a entender, que era demasiado moderno. Pero el público no es tonto, la gente entiende lo que le das si se lo das bien. En este sentido, mi verdadero trabajo fue convencer a David para hacerla, porque sabía que sólo la podía hacer él. Mi verdadera aportación al mundo de la televisión ha sido convencer a David para que dirigiera ¿Qué fue de Jorge Sanz?. Y empezamos a hacerla por el placer de hacer una serie como se debería hacer una serie de televisión: un equipo de tres personas, una cámara, sin medios, sin maquillaje; es decir, una serie realista de verdad. Al final, la compró Canal+, pero lo hizo ya una vez vista, porque ¿Qué fue de Jorge Sanz? fue algo inédito en España. Y lo bueno de esta serie es que está planteada para que no tenga fin.

Compartir el artículo

stats