Siempre quedará Herminia (María Galiana). La abuela de Cuéntame es un personaje "intocable" que nunca se eliminará -según han confirmado los guionistas- en la serie de televisión, que acaba de despedir en TVE su 18.ª temporada (329 capítulos) sin despeinarse y con una audiencia que ya quisieran otros: cuota de pantalla del 20%, con más de tres millones de espectadores.

Herminia siempre estará ahí, más que nada porque es quizás el único personaje cien por cien real, el que conecta la casa de los Alcántara con la calle y engancha a todos los que se sientan delante de la televisión a seguir sus historias, sus consejos, sus miedos, sus alegrías y sus salidas de tono. Siempre ofrece algo con lo que identificarse.

Nadie se olvida del disgusto que dio al inicio de la temporada con el intento frustrado de irse a vivir a una residencia porque en casa creía ser un estorbo. A quién con abuelos o padres mayores no le suena esta cantinela, al igual que los consejos que soltó a Antonio en el último capítulo para que el cabeza de familia se animara y superase la muerte de su hermano, Miguel (Juan Echanove). "Los muertos no necesitan nada allá donde están; los vivos, sí", vino a decir la abuela de España a su yerno. Así las cosas, a mirar hacia delante. "Para cenar hay judías verdes y bacalao", remató Herminia, tan llena de sabios consejos como de sentido práctico. Es que era ya la hora de cenar en el hogar de los Alcántara.

Tiene su miga lo de que la abuela sea intocable en una serie que si algunos, en las últimas temporadas, consideraban herida de muerte, ahora resurge con un cambio generacional en toda regla con muchas historias por explotar. Merche y Antonio (Duato y Arias) tienen ya su vida encarrilada y sus cuatro hijos avanzan en la suya llamados a ser los protagonistas de las futuras tramas y capítulos, ya cocinándose.