A mediados de los años 60 del pasado siglo el Teatro Pérez Galdós era frecuentado por músicos de pop, rock y otros estilos con la misma frecuencia que lo hacen en la actualidad tenores y sopranos, cuartetos de cuerda y orquestas. El Galdós era escenario noble para proyectar y promocionar a los futuribles valores del rock, e incluso se prestaba a ser usado como sala de grabación. A falta de estudios y de tecnología, hubo bandas que encontraron sentido a su trabajo más allá de los boleros y la canción romántica. Es el caso de Los Tipos, formación de la capital grancanaria, "conjunto electrónico" surgido en la mitad de los 60, que hace 50 años registró en el escenario del Galdós cuatro canciones que iban a ser el disco de debut que nunca llegó a materializarse.

Medio siglo después, los cuatro miembros de aquel grupo, Benjamín Domínguez, José Antonio Ramírez, Armando Suárez y Miguel García, volvieron a pisar el patio de butacas del Pérez Galdós para rememorar cómo se gestó aquella histórica grabación en un sólo día, y por qué nunca llegó el tan ansiado Ep de debut que buscaban todas las bandas insulares de la época, espoleadas por el éxito de Los Ídolos, la banda que lideraba Teddy Bautista que se convertiría primero en The Canaries, y luego en Canarios.

Estamos en 1967 cuando cuatro amigos deciden armar Los Tipos. Mayo del 67 fue el origen de este relato. Los Tipos fue el punto y seguido en la historia de otra formación local, Los Sobrinos de la Tía Tula. Esta banda finiquitó su trayectoria, y dos de sus componentes, José Antonio Ramírez (bajo) y Miguel García (batería), animaron a los guitarras Benjamín Domínguez y Armando Suárez, a sumarse al proyecto. Ambos ya tenían la experiencia en otras bandas como Los Extraños y Los Sterlings.

"En junio empezamos a tocar en El Corinto, un sótano que estaba en la calle Prudencio Morales", recuerda Benjamín Domínguez el pasado jueves en el mismo Teatro que frecuentaron hace 50 años en vísperas de la grabación del que iba a ser su primer disco.

Residentes del Corinto

Los Tipos era el grupo residente en los bajos del Corinto. De junio a octubre de 1967 tocaban viernes, sábados y domingos, de 19.00 a 22.00 horas. Según relata Domínguez, el propietario del Corinto, en vista del éxito que se habían ganado semana tras semana, se ofreció a correr con los gastos de la grabación de un disco. Antes, la banda había comprado su primer equipo. "La primera venta profesional que hizo Picholi fue con nosotros", subraya Mandy Suárez. "Compramos un equipo de voces con amplificación Dynacord y microfonía Sennheiser, toda una revolución tecnológica para la época", detalla Domínguez. Es más, y según el relato de Miguel García, "cuando llegó el equipo hicimos una prueba en el Corinto con una canción a tres voces. Nunca antes habíamos sonado de aquella manera, y nos quedamos paralizados".

Mandy tuvo la suerte de que el padre le comprara un amplificador de guitarra Vox AC100. "Fuimos a Tenerife a comprarlo, fue una novedad porque aquí no había ninguno, Y poco a poco fuimos compramos instrumentos". El bajista José Antonio Ramírez, que era el único que trabajaba de los cuatro, era empleado de banca, se hizo con un bajo Fender. Dos amplificadores Fender Showman completaban el equipo.

Llegó el día de la grabación en agosto de 1967. "Me parece que el Teatro lo consiguió grátis José Luis Gómez, padre, y estuvimos en el Pérez Galdós desde las 10.00 hasta las 18.00 horas, paramos para comer un bocadillo y poco más". El grupo consiguió unas guitarras Fender prestadas para la ocasión - modelos Mustang y Jaguar-, una batería Trixon, y con microfonía AKG y un magnetofón de bobina Akai, y con el escenario del Galdós modulado con paneles acústicos de madera, se comenzó a grabar.

"Había que tocar las piezas seguidas, música y voz todo a la vez, y si te equivocabas con algo, había que empezar de nuevo, no servía la grabación", apunta Domínguez. Y así fue. Al batería se le cayó una baqueta, y hubo que empezar de nuevo, y en uno de los temas se metió un ruido que dejó inservible la toma.

Cuatro temas se registraron: dos versiones, House in the Country, de The Kinks, y Look Away, de Spencer Davies Group; y dos temas originales firmados por Benjamín Domínguez, Good Night y Esperando ser feliz. Y como lamenta el batería Miguel García, "por desgracia se quedó en la maqueta". La industria de aquella época exigía una tirada de 1.000 copias, que se hizo mucho para el empresario que costeó la grabación. Nunca más se supo de aquella grabación hasta que en 2015, la Asociación Cultural del Disco Canario en colaboración con el sello discográfico Los 80 Pasan Factura, editó en CD el Ep que Los Tipos no llegaron a publicar.