A la ópera también le sientan bien los espacios abierto. Un total de 300 personas disfrutaron en la noche del sábado de las retransmisión en pantalla gigante de la ópera Rigoletto, que se representaba en el escenario del Teatro Pérez Galdós. La climatología acompañó la iniciativa, pues los asistentes disfrutaron de una noche muy agradable, sin apenas brisa. El público permaneció hasta el final de la representación, ya que se le había avisado que el elenco principal saldría a saludar después del segundo acto y al término de la función. Cada acto fue aplaudido de forma entusiasta desde este segundo patio de butacas. Se disfrutó de un buen sonido y una excelente transmisión por parte de TVE, que metió en el coliseo cinco cámaras. El Ayuntamiento capitalino cerró la calle Francisco Gourié con un coche de bomberos.