La Provincia - Diario de Las Palmas

La Provincia - Diario de Las Palmas

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Letras

"La colonización española es la más compasiva que ha habido"

"Siempre me pregunto qué habrían hecho los franceses o los ingleses si hubiesen hecho la conquista de América", manifiesta la escritora Carmen Posadas

La escritora Carmen Posadas, con un ejemplar de 'La hija de Cayetana'. EFE

¿Cómo germinó la historia de su última novela, La hija de Cayetana , que presentó en la Feria del Libro de Las Palmas?

Todo se debió a un fracaso. Yo estaba escribiendo otra novela entonces, que no tenía nada que ver con La hija de Cayetana, pero me fui dando cuenta de que aquello no funcionaba y sentí que tenía que tirarlo a la basura. Esto era algo que no me había pasado en la vida, pero, al final, la tiré y surgió la catástrofe, porque no se me ocurría nada sobre lo que escribir. Reconozco que me puse dramática pensando en que eso era lo que llamaban "el bloqueo del escritor". Pero, entonces, una amiga me habló de una historia bastante desconocida de la Duquesa Cayetana de Alba, la musa de Goya, que tuvo como hija a una niña negra esclava, que le regalaron como se regala un juguete o un gato. La cuestión es que ella no podía tener hijos y se encariñó tanto con la niña que la convirtió en su hija. Y cuando murió, le dejó una herencia muy considerable. No pudo hacer lo mismo con los títulos, por una cuestión legal, pero la herencia fue enorme.

¿Cómo incardina esta historia en la novela y como dialogan la realidad y la ficción?

Cuando me enteré de esta historia y empecé a indagar, lo primero que pensé fue que, si a la Duquesa de Alba le habían regalado una niña, obviamente se la habrían robado a otra mujer. Entonces, me di cuenta de que tenía que estructurar la novela como una historia de dos madres. Así que, en realidad, este libro son dos novelas que se van entrecruzando: una es una novela histórica, donde todos los personajes son conocidos; y la otra es la historia desconocida de la esclavitud en España a partir de este segundo personaje. Claro, este último aspecto me permitía hablar de la madre biológica de la niña, que era una esclava cubana que vino a España con sus amos y que hará lo posible por recuperar a sus hijos. Entonces, la parte histórica de La hija de Cayetana está toda documentada y todo lo que se cuenta es verdad, porque yo quería que fuera muy fiel a la historia, mientras que donde usé mi imaginación fue en la otra parte.

El abordaje del tema de la esclavitud en España es poco habitual. ¿Uno de sus propósitos fue romper ese tabú con la novela?

Sí, al menos, eso es lo que más me interesaba descubrir, porque todos sabemos que había esclavos en las colonias, porque hay mucha documentación al respecto, así como mucha literatura, como Lo que el viento se llevó o La cabaña del tío Tom, que son grandes novelas. Sin embargo, no es tan conocida la historia de los esclavos en la península. De hecho, me costó mucho encontrar bibliografía y tampoco hay ninguna novela que lo retrate. Entonces, me pareció interesante escribir sobre esto y darle visibilidad.

Sin embargo, ¿por qué sostiene que los españoles son los peores vendedores de España?

Desde luego, porque yo siempre me pregunto qué habrían hecho los franceses o los ingleses si hubieran sido los protagonistas de uno de los acontecimientos históricos más importantes que ha conocido la Humanidad, que fue la conquista de América. Si hubieran sido ellos quienes hubiesen descubierto América, estarían dándose autobombo hasta el día de hoy. En cambio, los españoles siempre están como pidiendo perdón y lamentando lo mal que se hizo. Y yo, que soy sudamericana, puedo decir que la colonización española es la más compasiva que ha habido, a diferencia de la inglesa, la francesa o la holandesa, tanto con los indígenas como con los esclavos.

¿A qué se refiere?

Pues, por ejemplo, en el tema de los esclavos hay un dato que ya cambia todo, y es que deciden que los esclavos tienen alma, de manera que ya no los tratan como animales, sino que los tratan como seres humanos. Los matrimonios interraciales empiezan en el año 1514 y ahí se produce el mestizaje, que es el mejor antídoto que se conoce contra la xenofobia, porque, claro, si tu sangre ya está mezclada con la de otras razas, evidentemente no puedes permitirte ser racista. Y después, existía lo que se llama la manumisión, que es que todos los esclavos, por ley, debían recibir de forma obligatoria por parte de sus amos un determinado número de horas libres a la semana para que pudieran trabajar y comprar su propia libertad. Eso no existía en las colonias inglesas. Y la misma ley que permite los matrimonios interraciales en España desde 1514, en Estados Unidos se establece esa misma ley a partir de 1967, es decir, prácticamente antes de ayer. Y eso explica por qué en Estados Unidos ha habido los conflictos interraciales que ha habido o por qué en Sudáfrica existe el apartheid.

¿Por qué cree que la historia de la esclavitud permanece silenciada en España? ¿Cree que es parte de la amnesia histórica que padece este país?

Yo no sé por qué este asunto quedó olvidado, porque, incluso, me enteré de que en la obra de Cervantes, que pertenece al siglo XVII, él habla de Sevilla y lo llama "el damero de Europa", porque del 10 al 15% de la población era negra. También en sus Novelas ejemplares tiene un personaje negro. Por eso, quise investigar este tema y plasmarlo en una novela.

¿La literatura representa para usted un vehículo para destapar algunas realidades?

Sí, yo defiendo que esa tiene que ser la función de la literatura. Decía Stendhal que escribir era pasar un espejo a lo largo del camino para que refleje la realidad. Y muchas veces, lo que se refleja es algo parecido a los espejos deformantes, porque la realidad se convierte en grotesca, pero es grotesca porque la propia realidad es así.

Pero usted se retrotrae a episodios del pasado, ¿por qué regresa a la historia como material literario?

Creo que, si uno no conoce la historia, no conoce el presente. Sobre todo, a mí me interesa mucho el siglo XVIII, que es el germen de todo lo que está ocurriendo en el mundo actual, porque en el siglo XVIII, en 1789, se produce la Revolución Francesa, que es el fin de una era, que es la era moderna, y el comienzo de otra, que es la edad contemporánea, en la que estamos ahora. Por tanto, ahí se sientan las bases de todo lo que es la sociedad moderna. Y saber todo esto es necesario para conocer y comprender un poco mejor este tiempo que vivimos.

¿Qué nuevas formas de esclavitud identifica usted hoy en día?

Pues creo que todos somos un poco esclavos de las nuevas tecnologías. El otro día se cayó Facebook y entró todo el mundo en pánico, lo cual da mucho, mucho que pensar. Somos esclavos de muchas cosas que hasta hace muy poco ni siquiera existían. Y después, existen muchas clases de esclavitud que todos conocemos y queremos ignorar, como la trata de mujeres, donde tantas mujeres están retenidas contra su voluntad; luego, en los países del tercer mundo se dan muchos casos de explotación infantil, con niños que trabajan por una auténtica miseria para crear ropa low cost, que nosotros compramos por cinco euros, como si nada, aunque es algo injustificable. Estas son cosas que están a la vista de todo el mundo, pero que no queremos ver.

Compartir el artículo

stats