La Provincia - Diario de Las Palmas

La Provincia - Diario de Las Palmas

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Martín Chirino y Pepe Dámaso dialogan sobre el arte y la cultura en Canarias

El encuentro entre los dos artistas tuvo lugar este viernes, de manera informal, en el Castillo de la Luz

Dos de los grandes del arte en Canarias frente a frente. Martín Chirino y Pepe Dámaso en un encuentro este viernes por la tarde en el Castillo de la Luz donde el escultor y el pintor pudieron dialogar plácidamente acerca de numerosos temas que les interesaban. Dámaso con 84 años y Chrino con 92 reflexionaron principalmente sobre la identidad en este lugar del siglo XV.

Precisamente, y ya desde el primer momento, Dámaso mostró su deseo de "reivindicar Agaete, mi infancia, el amor de mis padres, la rama, Tomás Morales, el huerto de las flores, La humbría, y Joos van Cleve, ya que cada vez que voy me sucede tantas cosas que vengo agotado, que es como estar provocando en mi subconsciente algo que necesito", señaló. "Sufro mucho cuando se habla de sitios apartados de España como el País Vasco, Cataluña o Galicia y no de Canarias", añadió. En este punto, Martín Chirino apuntó que "el REF, que nos puede beneficiar como pueblo, a los artistas nos borra del mapa y nos aleja de la península". Para el escultor, "aunque tengamos una identidad especial somos españoles, pero tenemos ese cosmopolitismo y esa forma de ser especial y en mis viajes por el mundo siempre me sentí diferente".

Chirino señaló que "he ido buscando lo que he tenido en mente y no he tenido miedo", y citó una frase de Juan Manuel Trujillo en la "que recordaba la insolencia que tenía esta sociedad que era capaz de olvidarse de ella misma", apuntó. "Todo se fue empobreciendo de manera extraordinaria y hoy no se sabe donde está nuestra ascendencia. Por qué no se puede contar cómo vivían los guanches y los aborígenes, ya que sólo conocemos lo folclórico y pintoresco". En este punto, Dámaso reconoció que el cosmopolitismo siempre ha beneficiado a Canarias con el sentido de la tropicalidad. "Yo he sido de una generación intermedia que me dio cierta independencia, ya que no pertenecí ni a la tuya ni a la de los setenta", señaló. "Pero tu generación fue la que me abrió los ojos a muchas cosas, y por eso reivindico a Juan Ismael, Eduardo Westerdahl, la Escuela Luján Pérez, o Pedro García Cabrera, somos consecuencias de un lenguaje que muchas veces no se manifiesta".

El pintor reconoció que la realidad la veía diferente. "En una espiral tuya que puede ser abstracta yo veo algo figurativo, africano, o un signo de El Hierro. Domingo Pérez Minik decía que el surrealismo venía del sentido Isla y del canario que, al vivir a la orilla y no poder continuar, se volvía a si mismo y así surgía la islicidad y el surrealismo, o la añoranza, o la tristeza, o la magua", dijo. Un ejemplo es Agustín Espinosa, que escribe Crimen y es la única novela surrealista que surge en España "pero no está valorada como debiera", o Tomás Morales "que queda como un epígono con Canarias siempre detrás".

Chirino recordó que "vivíamos en un mundo al que le faltaba legalidad, en el que se sentía mucho la soledad", a lo que Dámaso añadió que "luego surge Gaceta del arte y trasciendes desde la Bauhaus, y viene Breton y escribe El amor fou".

En este punto el pintor recordó que César Manrique "me valoró mucho y aunque estaba más fuerte que yo, fallece allí donde acechaba la muerte, pero los dos nos preguntábamos que quien se iba a quedar y fui yo". También recordó que "por mi homosexualidad sufrí más por defender a mis compañeros que por mí mismo ya que el arte y la cultura me beneficiaron, fue una escapada, y aunque hubo un campo de concentración en Fuerteventura, Canarias tuvo una cierta tolerancia que no había en la Península". Dámaso también recordó a Néstor "con su canto al cuerpo, al mar", y como uno de los grandes del simbolismo. "Yo vengo de Néstor porque, aunque tengo una parte expresionista que está con la muerte, tengo algo también de simbolista". Aquí Martín añadió que "su hermano Miguel era un intelectual y Néstor era la gran sensibilidad, un hombre muy inteligente y se apoyaban los dos". Para el escultor lo más destacado fue que "vive en Europa, se impregna del Modernismo y cuando viene aquí llega con un soplo de aire fresco". Por eso, "me sorprendía cuando lo escuchaba en la playa de Las Canteras. Era un hombre abierto y hablaba con una gran autoridad".

Dámaso destacó la tolerancia en Chirino, el cual afirmó que "ese ha sido mi principio" y el pintor también recordó una anécdota suya: "Un día me defendiste cuando dijiste: ´conociendo a Pepe lo que habrá sufrido quedándose en Canarias".

Compartir el artículo

stats