La vigencia de la obra de Benito Pérez Galdós en el momento presente, cuando se acerca el centenario de su muerte, ha sido subrayada hoy en la apertura del XI Congreso Internacional dedicado al "padre del Realismo español", en una opinión compartida por estudiosos, autoridades y cineastas.

Ese parecer se ha puesto de manifiesto desde la primera de las intervenciones incluidas en el programa de la reunión, un diálogo entre la cineasta Arantxa Aguirre y la actriz Ana Belén, en el que esta ha explicado cómo le ayudó a preparar su papel en la serie de TVE "Fortunata y Jacinta" que protagonizó en los ochenta la cercanía de las gentes y los escenarios creados por el escritor.

Hasta el punto de que, a la hora de encarar la traslación de la novela a la pantalla, ha confesado que le resultaban "muy reconocibles todos esos personajes populares, de barrio".

"Lo conocía todo, parecía que estaban hablando de mi familia, de mis vecinos", ha afirmado la intérprete y cantante.

Ana Belén ha destacado, así mismo, los diversos "momentos emocionantes del rodaje" que vivió al tomar parte en esa producción, conducida por unos relatos que la llevaban a identificarse con los sentimientos y las sensaciones de una Fortunata que llegó a percibir como parte de sí misma, incluso a pesar de que, según ha querido aclarar, se trataba de una mujer "muy distinta" a ella.

En especial -ha argumentado-, porque, pese a ser una persona que, como ella misma, es de extracción humilde pero con la aspiración de luchar por mejorar su situación, "al mismo tiempo, es débil" y se rinde al capricho de un amante que se aprovecha de ella y no la respeta y ante cuya presencia "cae, cae y vuelve a caer", cediendo a su voluntad, guiada por "una pasión malsana" que no puede controlar.

Ana Belén ha insistido, en todo caso, en que tener la oportunidad de protagonizar "Fortunata y Jacinta" fue para ella algo "mágico".

"Los que hemos trabajado en esta serie siempre sabemos que fue un privilegio", ha sentenciado a ese respecto.

Sus palabras han sido respaldadas por Arantxa Aguirre, que ha alabado "la mirada irrepetible de Galdós", una cualidad que ha dicho le llevaba a construir imágenes que son ejemplo de que cine y literatura son "las dos grandes maneras de narra de nuestro tiempo" y que "están íntimamente hermanadas", como corrobora el hecho de que muchos directores, como Buñuel, aprendieron de él a hacer relatos.

Esta circunstancia obedece, según ha sostenido en el acto de apertura del undécimo Congreso Internacional Galdosiano el presidente del Cabildo de Gran Canaria, Antonio Morales, a que el escritor "marcó un camino a seguir", tanto en lo literario como en el campo del pensamiento.

Puesto que Benito Pérez Galdós es un paradigma de "los intelectuales que no son dóciles", en la medida en que denunció las injusticias de las clases más desfavorecidas de la sociedad a riesgo de sufrir consecuencias por ello, de tal modo que aún hoy su obra se configura como "un eco que agita conciencias", ha declarado el presidente de la institución promotora de esa cita de estudiosos.

En representación de los investigadores que durante toda esta semana debatirán en la que fuera casa natal del autor, en Las Palmas de Gran Canaria, sobre la huella de su obra, la responsable de la cátedra universitaria que lleva su nombre, Yolanda Arencibia, ha reiterado que su legado "no ha perdido vigencia" en la actualidad.

Planteamiento este que se ha querido dejar patente con el lema bajo el que se celebra la reunión en esta ocasión, "La hora de Galdós", con el propósito de recordar que el escritor es todavía "un reloj que está en marcha", ha recalcado.