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Crítica ' Il flauto; 'Cosí è la vita'

Joven promesa de la flauta

El joven intérprete canario Cristian Suárez Guerra presentó su espectáculo Il flauto: Così è la vita, con cuatro piezas para flauta, escrupulosamente acompañadas por la pianista Sandra González Molina, muy segura y musical, aunque algunas veces abusara del pedal.

Comenzó el programa con la reducción para piano del C oncierto para flauta y orquesta en re mayor de Carl Reinecke, obra póstuma estrenada a principios del siglo XX, con textura tardo-romántica sin grandes alardes compositivos. Con su buena técnica y afinación, encaró Cristian magistralmente la obra, sobre todo en el Moderato del último movimiento, que exige grandes dotes de virtuosismo.

La segunda pieza Sonatina para Flauta y Piano, es la obra más conocida de Pierre Sancan, compositor francés del siglo XX. Basa su estilo en la escuela modernista francesa, con un toque impresionista y recursos técnicos contemporáneos como los picados y el frullato. Dada la gran dificultad de la partitura, el solista realizó una lectura bastante acertada.

Continuó con una nueva reducción para piano del Concierto para flauta y orquesta de Jacques Ibert, obra muy complicada para el intérprete, pues debe acreditar un gran repertorio de recursos técnicos, como los trinos y notas pedales del primer movimiento. El segundo, para mí el mejor, es una melodía grave, lúgubre y tenebrosa escrita por el compositor al fallecimiento de sus padres. En el tercero, con reminiscencias jazzísticas por los acordes disonantes del piano, es donde aparecen todas las diabluras técnicas, como trinos, trémolos, picados y también el frullato.

Concluyó el concierto con la Fantasía Húngara para dos Flautas y Piano de Franz Doppler. Aquí se agregó como artista invitada Charina Quintana Pérez, que fue profesora del joven Cristian. Se puede considerar a Doppler como el iniciador de la corriente nacionalista húngara, notoria en la vena "hungaresa" en la obra, en la que a veces tocan las dos flautas tocaban al unísono y otras dobla Charina a Cristian en octava inferior o con alguna diferencia interválica. La interpretación estuvo muy conjuntada.

En resumen, interesante concierto con la flauta como protagonista y un acompañamiento muy ajustado, exacto y minucioso, en el que mostró Cristian su gran musicalidad con un fraseo adecuado y preciso, apoyado en la calidad técnica. Fue un gran descubrimiento al que auguramos una brillante si perfecciona algún aspecto, como la respiración. Esperamos que la Fundación Mapfre Guanarteme prosiga en la celebración de estos magníficos eventos culturales.

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