El escritor y profesor universitario José Luis Correa se sumerge en el ambiente y personajes de la capital grancanaria en el otoño de 1905 a propósito de la nueva novela La décima caja (Cam-PDS, 2017), que hoy martes presenta, a las 19.00 horas en el Museo Poeta Domingo Rivero junto al editor Plácido Checa. Sin despegarse de Ricardo Blanco, el personaje de saga que le acompaña desde 2003 cuando lo presentó a sus lectores en Quince días de noviembre (Alba), y con la reciente novena entrega de sus andanzas con el título de El detective nostálgicom (Alba, 2017), ahora llega este ejercicio de ficción a partir de hechos históricos, editado hace años en su día, y que ha recuperado.

Mientras continúa con la promoción de El detective nostálgico, que presenta este jueves en el Ateneo de Madrid, Correa recuerda que "durante este trayecto tenía otra novela" que poca relación en cuanto a estilo guarda con la literatura que frecuenta a través de la mirada de Ricardo Blanco

Fue Plácido Checa, responsable de los sellos Cam-PDS y CanariaseBook, quien le insistió en publicar algún trabajo suyo. Recuerda el escritor que "habían vuelto a mí los derechos de autor de una novela que había publicado hace diez años por lo menos: una novela por entregas que me encargó la Asociación de Consignatarios del Puerto de Las Palmas sobre el baco Alfonso XII". El citado buque naufragó un 13 de febrero de 1885 en la baja de Gando con un carga de diez cajas de oro y documentos con destino a Cuba. Se recuperaron nueve de ellas, y de la décima se desconocía su paradero. "Les dije que yo era un escritor no un historiador y querían una perspectiva novelada".

'La hija del naúfrago'

Tras consultar la documentación de la época -"escribí la novela con un callejero enorme de la ciudad en 1905", recuerda- se puso Correa. "Sacamos una edición de la novela que entonces se llamó La hija del náufrago (2003), tuvimos problemas para que estuviera en las librerías, algo pasó, y el caso es que el libro estuvo mucho tiempo en una nave en el Puerto, se hizo una presentación y poco más", explica el escritor. Correa recuperó los derechos, lanzó el envite a Plácido Checa y el resultado es La décima caja.

"Una novela de tonos negros, de intriga pero histórica que transcurre en 1905", que en opinión de Correa tenía encaje en la colección de la editorial Episodios Insulares. "Y les gustó, hicimos una edición que presentó en la pasada Feria del Libro, y ahora es la presentación, digamos más formal". No quiso alterar ni corregir el manuscrito porque "si te pones con ella diez años después corres el riesgo o la tentación de rehacerla". En su opinión, es "una novela interesante para que esté en el mercado, y me convenció contar la historia porque es mi ciudad de un siglo antes", subraya. La capital de la Isla "convertida en un personaje en aquella época", en una versión fabulada de la historia de aquel suceso, al que buscan respuesta una joven irlandesa, un farero y un vigia.