El paso de Elton John por Gran Canaria fue tan rápido como profesional. No hubo visitas turísticas por las calles emblemáticas del casco antiguo, ni saludos a los fans a las puertas del hotel como han hecho otras grandes estrellas. Todo lo contrario. El músico inglés llegó ayer martes sobre las 16.45 horas al Aeropuerto de Gando con una hora de retraso respecto a los horarios con los que trabajaba la organización del concierto. El británico, tal como se había anunciado, llegó a la Isla en un jet privado, una aeronave modelo un Embraer Legacy 600 con capacidad para 16 pasajeros. Elton John fue recogido a pie de pista y salió del recinto aeroportuario un Audi todoterreno de color blanco y, escoltado por un coche y dos motos de la Policía Nacional, directamente enfiló por la autopista en dirección a la capital grancanaria con destino al recinto de Gran Canaria Arena. A eso de las 17.15 horas llegaba el músico a Siete Palmas y entraba por el acceso previato para los técnicos y artistas.

A esa hora, el aspecto que mostraban los aledaños del emblemático polideportivo era realmente desolador ya que, a excepción de la propia organización, muy pocos fans del inglés esperaban a que abrieran las puertas para ocupar las primeras filas. El motivo no era otro que el hecho de que las entradas fuesen numeradas y que, desde luego, Elton John tampoco es el último músico de reggaeton de moda que despierta pasiones de una manera visceral al público adolescente.

Resuelta toda la complejidad técnica que exigía el paso por la capital grancanaria de la gira Wonderful Crazy Night Tour, que obligó al personal de producción local a intensas jornadas de trabajo en los últimos cinco días, llebaga la hora esperada. El lunes se completaron las pruebas de iluminación y el montaje de la espectacular pantallas de leds que presidía el escenario, y ayer solo restaba el montaje de instrumentos y las correspondientes pruebas de sonido.

Primero lo hizo Said Muti al filo del mediodía, horas antes de que Elton John llegara a la Isla. Y el británico, que según llegó al pabellón se dirigió a descansar a los camerinos, no hizo prueba como tal sino que su equipo chequeó que todo estuviera en su sitio.

La organización respetó en todos los aspectos las exigencias del artista, y el clima tropical tampoco sentó tan mal a un inglés tan escrupuloso ya que ayer fue un día templado en la capital grancanaria.

Muchos seguidores y coleccionistas de autógrafos hicieron guardia a la entrada del hotel Santa Catalina a la espera de la llegada del artista, pero pronto abandonaron el lugar ya que, debido al retraso no pasó por allí, y anoche se desconocía si tras el show volvía tras sus pasos hacia el Aeropuerto.

A eso de las 18.00 horas ya se veían las primeras filas de esperctadores haciendo cola. Un público muy heterogéneo, con notable presencia de turistas, y de diferentes generaciones entre los que se encontraban desde los fans de sus baladas románticas hasta los que más empatizaban con su repertorio más rockero. Para todocantó Elton John. Entre ellos se encontraban Elia Fernández y Albia Jorge, de 17 y 16 años respectivamente, que reconocían que habían accedido a la música del inglés desde muy pequeñas gracias a sus padres.

Tras el concierto que Elton John ofreció en Austria el pasado domingo, la única novedad digna de destacar por parte del artista es que en su perfil oficial en Twitter le planteaba un reto a sus fans que consistía en preguntarle qué canción querían para empezar la semana. Al poco de llegar a la Isla, subía a Twitter una imagen de las pistas del aeropuerto. Y anoche, durante el concierto desde su cuenta oficial saludada y daba las gracias a España y a todos los que estuvieron en el Gran Canaria Arena, animándoles a que mostraran sus fotos y tweets con el hashtag #EltonTour.

La tarde comenzaba a animarse conforme se acercaba la hora de apertura de puertas. Jóvenes y mayores se mezclaban ante unas puertas de acceso que daban paso a la ansiada maravillosa noche loca con la que se presentaba la gira. Y tras Siete Palmas, la gira de Elton y su banda sigue su curso mañana jueves en Marbella, a la que siguen fechas en EEUU, Canadá y varias ciudades europeas, para volver a España con un concierto en Barcelona el 3 de diciembre.