El disco de U2 "The Joshua Tree" brilló anoche en el Estadio Olímpico de Barcelona, tres décadas después de su publicación, y ha puesto la piel de gallina a 55.000 personas, rendidas ante el poder de las épicas melodías de U2, la fuerza de la banda y el emotivo espectáculo visual.

Con la gira "U2: The Joshua Tree Tour", que hoy ha hecho en Barcelona su única escala española, los irlandeses están celebrando por todo lo alto el 30 aniversario de un disco que no ha envejecido y que el siglo XXI permite presentar en directo arropado por tecnologías visuales impensables cuando nacieron las canciones.

El concierto ha empezado con "Sunday Bloody Sunday" y el público enloquecido y feliz de estar por fin frente a Bono, tras sufrir colas virtuales para conseguir las entradas, que se agotaron el mismo día que se pusieron a la venta, y colas reales hoy bajo el sol, para los controles de identidad y de seguridad en el acceso al recinto.

La expectación era máxima y U2 la ha cubierto con creces en el primer tramo del espectáculo, en el que ha sonado "New Year's Day", "Bad" y "Pride (In the Name of Love)".

Situada en medio del estadio, sobre la pasarela, la banda ha conseguido lanzar calambres a la espina dorsal de los presentes con su música como única arma, sin pantallas ni efectos de ningún tipo.

En este punto, Bono ha mencionado a David Bowie, al que ha recordado hoy paseando por Barcelona cuando ha visto el anuncio de la exposición "David Bowie is", que está estos días en la capital catalana, y le ha dedicado "Heroes".

Tras esta apoteósica bienvenida, la enorme pantalla del escenario (61 por 14 metros) ha mostrado la silueta del árbol de Joshua sobre un fondo rojo y Bono y su banda se han dirigido al escenario central dispuestos a interpretar su famoso álbum de principio a fin.

Las dos primeras canciones del disco, "Where the Streets Have No Name" y "I Still Haven't Found What I'm Looking For", han provocado gritos de placer, mientras en la pantalla se proyectaban unas impactantes imágenes del director de cine holandés Anton Corbijn, grabadas en el Death Valley y Zabriskie Point.

"Parece mentira que una canción pueda ser más relevante ahora que cuando se escribió 30 años atrás", ha dicho Bono cuando ha empezado la cara B de "The Joshua Tree", algo que dicho por él mismo puede parecer arrogante, si no fuera porque la vigencia del disco es absolutamente cierta.

Con este trabajo discográfico U2 logró conquistar América y las referencias a los sentimientos contradictorios que Estados Unidos despierta en la banda y en muchos de sus seguidores han estado presentes en las imágenes de la pantalla gigante.

El compromiso social también ha estado muy vivo a lo largo de todo el concierto, a través de las letras de las canciones, los mensajes que han aparecido en pantalla y las palabras en inglés y castellano del propio Bono, pero sobre todo en el tema "Miss Syria".

Esta canción, antes conocida como "Miss Sarajevo", ha ido acompañada de las imágenes del artistas francés J.R rodado en el campo de refugiados Zaatari en Jordania, donde viven cerca de 80.000 sirios que han huido de la guerra.

Después, el concierto ha virado hacia el rock y han sonado seis temas más, la mayoría del disco "Achtung Baby", entre ellos "Ultra Violet (Light My Way)", acompañado de imágenes de mujeres pioneras en distintos campos, en apoyo de la campaña "Poverty In Sexist".

El concierto ha acabado con una larga arenga de Bono sobre el poder de la gente que lucha por sus derechos, una sentida interpretación de "One", con las luces de los móviles brillando en la noche, y un tema de su próximo disco titulado "The Litle Thing Than Give You Away".

Barcelona quedó fuera en 1987 de la gira "The Joshua Tree", pero el destino le ha dado una segunda oportunidad y, sin duda, ha quedado satisfecha.