El centenar de alumnos del curso Verano y Danza participaron ayer miércoles en una muestra final en el Teatro Pérez Galdós en la que demostraron todo el aprendizaje adquirido en estos nueve días de curso en diferentes disciplinas de baile. Ballet clásico, danza contemporánea, hip hop o jazz, fueron algunos de los estilos que marcaron las clases que han venido celebrando en el Pérez Galdós. Natalia Medina coreógrafa, bailarina y directora del proyecto, mostraba ayer su satisfacción por el balance de esta experiencia, que por primera vez se abrió al público para que los padres pudieran disfrutar con el trabajo de sus pequeños, así como para acercarles a la pedagogía del proyecto mediante de un circuito previo en el asistieron a todas las actividades impartidas en el curso. "Hay chicos que no tienen ninguna experiencia previa, pero saber que sus familias vienen a verlos los motiva mucho", subrayó Medina. "Esta es la segunda edición para mi hija. Una idea así tenía que ser de Natalia Medina, que siempre está pendiente de los padres y de que los niños disfruten", comentaba orgullosa Herminia González, una de las madres de los alumnos. Al igual que otros familiares, González no quiso faltar a este acto.

El espectáculo se abrió con una emotiva coral avivada con percusión corporal en la que participaron todos los alumnos. Durante las funciones, coreografías en grupo o extraordinarias piezas individuales, el resto de los bailarines se preparaban tras el escenario para su gran momento. Algunos vivieron estos instantes previos con nervios pero siempre acompañado de compañerismo y granas de disfrutar bailando.

Andrea, de 14 años, que participó con sus otras compañeras en una función de hip hop confó ilusionada "lo que más me ha gustado ha sido la actuación de hoy. Incluso con los nervios ha sido divertidísimo". Los monitores y voluntarios que orientaron a los chicos durante estos días se declararon igualmente orgullosos con el resultado de este curso.