El compositor y guitarrista neoyorquino Chuck Loeb falleció el pasado lunes a los 62 años tras una larga lucha contra el cáncer.

Loeb, que estaba fuertemente vinculado con Canarias, a donde venía a tocar con frecuencia, era considerado como uno de los mejores guitarristas de jazz vivos, un músico extraordinario, dominador de muchas de las facetas que el sonido pueda ofrecer, y un verdadero maestro para muchos instrumentistas jóvenes o ya consagrados de todo el mundo.

Eran numerosos los músicos de las Islas que mostraban su consternación ayer por esta pérdida en las redes sociales. En sus inicios, Loeb formó parte de la banda del saxofonista Stan Getz durante varios años. Reconocido maestro como guitarrista, aprendió y alternó con los mejores del género para comenzar a forjar su propio camino a finales de los setenta. De este modo, formó parte de Steps Ahead, Petit Blonde, Metro y Fantasy Band, además de compartir escenario con músicos como Gary Burton y Dave Samuels, y ejercer de productor en el estudio de grabación para otras grandes figuras del tipo de Bob James, Michael Franks, Spyro Gyra, o Gato Barbieri.

También realizó importantes labores como compositor en otros ámbitos ajenos al jazz ya que su capacidad de trabajo, calidad y talento le colocaban en lo más alto del jazz contemporáneo a nivel mundial, escribiendo incluso sintonías musicales para famosos programas de la televisión en Estados Unidos. En su vida personal, Loeb estaba casado con la cantante madrileña Carmen Cuesta, a la que conoció en un concierto en Madrid, y con la que vivía en la ciudad de Nueva York. Durante su etapa en solitario grabó una veintena de discos. El último, Unspoken, salió a la venta en 2016. En la actualidad tocaba con el grupo Fourplay, y en su última gira no pudo tocar debido a su grave estado de salud.

Fueron muchas sus visitas a Canarias a donde acudía con frecuencia y siempre procurando tocar en diferentes Islas. Entre estos conciertos habría que destacar su directo en el Cicca en 2005 cuando presentaba su decimotercer trabajo When I'm With You donde ya destacaba su talento para el smooth jazz, un subgénero específico que estaba influido estilísticamente por el rhythm and blues, el funk y el pop. Al año siguiente, en junio de 2006, participó en el Festival Internacional Canarias Jazz & Más Heineken en su quince aniversario. Para celebrar dicha edición, Chuck Loeb lideró un proyecto llamado Reunion con algunos de los artistas que habían participado en el encuentro en años anteriores entre los que se encontraban Eric Marienthal, Jim Beard y Anthony Jackson.

Tres años después, en febrero de 2009, Loeb volvía con uno de sus proyectos paralelos, el cuarteto Metro, para presentar su sexto trabajo, Express, en El Rincón del Jazz del auditorio, un concierto que sirvió para acercarnos a la faceta más jovial y vitalista del guitarrista en la que mostraba su pasión por los sonidos de los sesenta y setenta. También es destacable su concierto del 16 de mayo de 2012 en donde volvía al Rincón del Jazz del Auditorio, donde el neoyorquino presentaba su disco Plain 'n' simple, que suponía el 17 de su discografía, y que partía del sonido del órgano Hammond B-3 y la música del los años sesenta.

Finalmente, también es reseñable su participación abriendo el Festival Jazz Otoño el 20 de octubre de 2015 con el cuarteto Fourplay en el Alfredo Kraus. Junto a él, estuvieron sobre el escenario el teclista Bob James, el baterista Harvey Mason y el bajista Nathan East, conformando un verdadero all star jazzístico que se estrenaba en la Isla con la gira que conmemora sus primeros 25 años de andadura.