Un mosaico de semillas de soja y arroz que dibujan el ojo orwelliano que todo lo ve preside la propuesta crítica que expone la artista Luna Bengoechea en el Centro Atlántico de Arte Moderno (CAAM).

Bajo el título Novus Ordo Seclorum. Nuevo Orden de los Siglos, el proyecto que inaugura la creadora hoy, a las 19.30 horas, al abrigo de la primera edición del programa Artistas en Residencia, confronta la lógica del mercado y el pulso de la naturaleza, "tan ajenos el uno al otro", en palabras de la artista, a través de un análisis desde el terreno del arte sobre la especulación de las semillas en el mercado internacional. Este proyecto se inscribe en el marco de una exhaustiva investigación artística en torno a "las problemáticas de la industria alimentaria moderna y de los nuevos métodos de producción de alimentos", apuntó ayer Bengoechea, que ha explorado este fenómeno en diferentes periodos en residencia en Ecuador, Bolivia y España durante los últimos años.

En esta ocasión, Bengoechea inaugura la primera residencia artística que aloja el CAAM en uno de sus laboratorios, que se extiende en una luminosa sala donde, hace años, se instaló el despacho del primer director del centro, Martín Chirino. Este enclave, cuya terraza recoge las vistas de un pedazo del casco histórico de Vegueta, ha sido el taller de producción de la artista durante un mes, donde le tomará el testigo la artista japonesa Midori Mitamura el próximo septiembre; seguida de Acaymo S. Cuesta, en octubre.

La artista detalló que en el proceso creativo de esta pieza específica ha trabajado "directamente con semillas de soja y arroz para dar una muestra de cómo se especula con estos alimentos, rebautizados como agrocomodities". "El símbolo que he empleado para realizar la alfombra de semillas está extraído del reverso del billete de un dólar estadounidense, que es El ojo que todo lo ve, que aparece en la cúspide de una pirámide y que representa simbólicamente el poder y la dominación", explica. "Yo lo relaciono con el funcionamiento del mercado hoy en día, que es un ente invisible y abstracto, pero con un gran poder y dominio sobre el ser humano en todos los ámbitos".

La pieza central se exhibe acompañada de una fotografía de una planta de soja germinando, que se corresponde con las misma semillas utilizadas en la intervención y que arropa con datos extraídos de la Bolsa Internacional. "Estos datos reflejan cómo fluctúa a diario el valor de la soja en el mercado internacional", apunta Bengoechea, que acompaña la pieza con una muestra de semillas utilizadas en el proceso creativo, junto con unos bocetos y dibujos.

Con todo, el mes residencial se traduce en tres semanas de producción y una semana de montaje, "así que ha sido un proceso bastante exprés, pero finalmente han salido casi todas las piezas que tenía pensadas", afirmó la artista. Por su parte, el director del CAAM, Orlando Britto, celebró el resultado de la primera edición del programa Artistas en Residencia, "una praxis habitual en los centros y museos, que nos alegramos de inaugurar, porque dinamiza y da sentido a un centro de arte".