La Provincia - Diario de Las Palmas

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Una transición en el templo de la música

La Guarida del Blues amplía sus actividades en septiembre con la misma dinámica de directos

La Guarida del Blues inicia una nueva etapa. Tras once años de lucha infatigable contra viento y marea como el único local de Las Palmas de Gran Canaria exclusivamente de música en directo que ha logrado mantener la odisea de ofrecer cinco conciertos consecutivos todas las semana, sin subvenciones ni ayudas privadas, y en horario de tarde-noche, y por el que han actuado grandes figuras de la escena internacional, dinamiza ahora su propuesta en septiembre.

El local, situado en la calle Portugal 68, pasa a manos de nuevos propietarios que intentarán mantener el objetivo de sus anteriores dueños de ofrecer conciertos en un horario que no moleste a los vecinos y enfocado a un público culto y melómano que quiera escuchar a buenos músicos entre las 21.00 y las 23.00 horas. Pero ahora ampliará el horario a primera hora de la mañana ofreciendo servicios de bar o restaurante y manteniendo los conciertos. Se trata de cuidar la clientela, pero ampliando objetivos. Por lo pronto hoy sábado, y como siempre, se celebra un concierto homenaje a sus fundadores con un directo a las 21.30, en el que participa Manolo Delgado y una banda de músicos amigos del local llamada La Guarida Blues.

Pero la historia de este espacio emblemático del Paseo de Las Canteras contempla numerosos elementos excepcionales. Se puede decir que es el único que acumula el récord de 570 conciertos en dos años con leyendas internacionales como Poppa Chubby o John Primer, con músicos del país del tipo de Santi Campillo o Pájaro, pero también como el sitio por el que han pasado todas las bandas locales. Sus dueños han hecho auténticos malabarismos para lograr mantener el récord de cinco conciertos en cuatro días creando ellos mismo incluso bandas nuevas de la unión de diferentes músicos.

Fundadores

La historia de La Guarida del Blues, uno de los locales fundadores de la Ruta Playa Viva, fue el proyecto personal de Giuliano Brambati y Marco Montes, que en 2004 decidieron montar un bar en el Paseo de Las Canteras para hacer algo que les gustaba mucho: programa música en directo. El éxito fue de tal magnitud que las actividades fueron creciendo hasta que se trasladaron varios metros en el mismo paseo hasta situarse justo al lado de la entrada del Hotel Exe. El tercer socio, Félix Suárez, entró hace un año, pero llevaba mucho tiempo involucrado con ellos, y su labor ha sido fundamental ya que es técnico de sonido y estuvo trabajando 30 años en diferentes sectores de la música. "El local surgió como una apuesta por hacer música con unos criterios que no sean el de la noche; queríamos que se celebrara por la tarde, para otro público más melómano", señala Félix. "Pero cualquier local que programe música en Las Palmas, o tiene una sala superacondicionada y es un búnker de guerra o está predestinada a su cierre, a no ser que funciones con otro horario como hacemos nosotros", añade.

Durante los primeros nueve años el local estuvo en el Paseo de Las Canteras 77 con conciertos los sábados a las 5.30 en la terraza. Los dos últimos años, en la actual ubicación, ha acogido cinco conciertos consecutivos en la secuencia de jueves y viernes a las 21.00 horas; sábados a la 17.30 y 21.30 y los domingos en la terraza a las 19.30.

"Eso es muy duro porque tenemos que luchar contra las instituciones que nos montan conciertos gratuitos fuera y nosotros no tenemos ayudas ni subvenciones. Pero nosotros estamos haciendo una labor importante, y prácticamente altruista, que es poner el acento de calidad. Y como programamos con músicos canarios además estamos dando vida a los músicos de aquí. Porque aunque tenemos un bar, en el 99 % de las ocasiones no cobramos entrada, y el precio de la cerveza es como el de dos calles más atrás. Tenemos una caña a dos euros en primera línea de la playa y con música en vivo. El objetivo no era lucrarse, sino ganarte un sueldo haciendo música", explica Félix. Por su parte, Marcos Montes destaca que "aquí hay una cantera musical de primera división. Y este local ha aportado una historia a esta ciudad como en Madrid la Sala Sol o en Nueva York el Blue Note que es un símbolo y las autoridades no dejarían que se cerrara. Llenamos en todos los conciertos, con más de 350 personas".

La Guarida ha sido un sitio donde terminar la tarde y empezar la noche. Un lugar que echa el cierra a las 23.00 horas y el cliente se marca a cenar o a bailar en los locales de noche. "Es un horario prácticamente para extranjeros. El público de las tres de la mañana va a copas o a socializarse y le da igual la música, pero la gente que viene aquí valora el sonido", afirma Marcos.

El cambio de responsables viene porque con el tiempo "pierdes un poco el fuelle y es hora de dar paso a ideas nuevas y otros proyectos. Las sociedades conlleva convivencia que se va mermando con los años. Como local musical funciona muy bien pero falta añadirle el resto de las horas. Hay que pagar alquiler, proveedores, etc. Y ya se acaba el interés romántico de la música, y ese es el fin", añade.

La competencia también ha influido. "Aquí lo financias todo tú, pero en verano hay cientos de conciertos patrocinados por las instituciones y marcas comerciales, y que son gratuitos. Pero nosotros hacemos esto todo el año sin ayudas de ningún tipo", aclara Félix. "Miguel hace de camarero, ilustración de los carteles, llama a los músicos es el relaciones públicas. Hay meses buenos o malos. Y hay que hacer malabarismos para programar un mes tras otro ara hacer cinco conciertos a la semana. Te las tienes que ir ingeniando combinando los músicos de las bandas y creando hasta nuevas bandas para no ser cansinos y repetitivos".

"Ahora hay una burbuja musical y todo el mundo tiene música con un poco de mediocridad. Y puede afectar a los profesionales. Atreverse a vender un producto que no está consolidado afecta a su imagen y a las que apuestan por la música. Pero ahora te encuentras con la pizzería, la hamburguesería, etc., que si le dan permiso para hacer música en la calle montan un grupo el fin de semana y te va restando. Desde entonces nadamos contracorriente y hay que expandir el negocio y para ello hay que tener mucha cara, por lo que vamos a dejárselo a la gente joven que quiera estar aquí doce horas trabajando", aclara. Y añade que "todas las salas de la ciudad programan menos conciertos que nosotros y descansan un mes al año, pero nosotros no paramos. Hemos hecho espectáculos de danza, mercados con ropa o vinilos, pases de modelo. El beneficio justo para vivir, una nómina ni más ni menos".

Con respecto al anterior local, Marcos reconoce que "ahora facturamos más, pero ganamos menos porque hace falta técnicos de sonido, hay más conciertos. Pero pagamos las facturas. Para ganar dinero hay que utilizar este local doce horas al día. Nosotros recogíamos a las 23.30 y nos íbamos ahora ellos quieren usarlo desde las 8.30 horas, como cafetería de cualquier local de Las Palmas". Claudio Norvese y Maurizio Castelli serán los nuevos encargados que se incorporan como una continuidad de lo hecho hasta ahora porque La Guarida es una marca añadida que ha quedado en la memoria. "Hemos hecho una labor con criterio profesional para mantener y mimar esa clientela". Lo que sí tienen claro sus miembros fundadores es que "todos los músicos han estado muy a gusto. Esto es chiquitio,pero es acogedor. Tienes que ser muy recto en tu trabajo, pero hay que hacer alarde de hospitalidad y siempre se crea una cercanía peronal con ese músico profesional, subraya.

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