La Sala Sinfónica del Auditorio Alfredo Kraus de la capital grancanaria registró ayer un lleno absoluto con más de 1.500 asistentes al concierto Cantos Canarios, un espectáculo único que reunió sobre el escenario a la Gran Canaria Wind Orchestra y a Los Gofiones.

Con 100 personas en el escenario y más de 80 instrumentos, la audiencia escuchó a la GCWO con Los Gofiones en una ocasión difícil de repetir, por lo complejo y costoso del montaje y la gran cantidad de material y medios humanos necesarios. Esta versión para banda de los temas de Los Gofiones, adaptada por David Fiuza, en versión sinfónica aporta muchos matices a la música popular y una riqueza tímbrica impresionante .

Una tarde de estrenos, una clara apuesta de la GCWO por los compositores canarios como Manuel Bonino con la obra autor de la obra de estreno absoluto Poemas de la Locura que dio inicio al concierto. A continuación la premiêre de las versiones para banda de las obras de Teobaldo Power y Néstor Álamo.

Dirigidos por el maestro David Fiuza ambas formaciones dieron buena muestra de su buen hacer y se ganaron el aplauso de un público entregado que solicitó propina. Fuera de programa hasta dos veces tuvo que interpretar Mi Gran Canaria de Los Gofiones con arreglos para banda, versión estreno para este concierto.

Esteban Ponce, director artístico de la GCWO señaló que el concierto había sido grabado y que se está negociando su retransmisión y la edición de un CD con los temas de este programa Cantos Canarios.

Tras finalizar el programa del concierto, Rosa Fey, coordinadora de la orquesta, entregó la distinción de Amigos de la GCWO a Los Gofiones, que recogió Sergio Garcia Beltrán, miembro fundador y presidente de honor de la formación, a fin de agradecer públicamente la colaboración altruista de Los Gofiones con el proyecto de la orquesta.

El programa Cantos Canarios es un punto de inicio de gran envergadura en cuanto al objetivo de poner en acción el patrimonio musical canario. Con la obra Poemas de la locura del maestro Manuel Bonino se intenta dar ese espacio de creación a los mejores compositores de esta tierra, con un punto de partida totalmente moderno y de libertad creativa absoluta.

En el caso de la Sinfonia de Teobaldo Power o la obra de Néstor Álamo, estamos recuperando repertorio sinfónico del XIX y del XX, que inexplicablemente está casi sin programarse en nuestras salas de concierto, siendo un repertorio de una calidad magistral, y un sentido patriótico muy presente; desde la GCWO se intenta reivindicar y magnificar estas hermosísimas obras, transcribiéndolas y adaptándolas a la orquestación que define a dicha formación.