El Festival de Cine se replantea su relación con el Monopol Music Festival (MMF). Ese titular, publicado por este periódico en su edición del pasado domingo -24 de septiembre-, puso el foco sobre una de las posibilidades que la organización del certamen internacional de Las Palmas de Gran Canaria -con Luis Miranda a la cabeza- proyecta para la edición de 2018. Sobre la mesa, para justificar el giro en su programación musical y romper con la vinculación vigente entre las dos partes desde 2016, sobresalen dos razones: presupuestarias y de contenidos. El plan, pese al propósito de ruptura, no pilla por sorpresa a la otra parte. "Nos duele que Luis [Miranda] no nos lo haya planteado directamente o que no se haya reunido con nosotros desde la finalización del último festival", subraya Víctor Ordóñez -director del MMF- antes de afirmar que "tenemos claro que quieren prescindir de nosotros. Su objetivo es eliminarnos de la ecuación, realizar algo similar, lo cual éticamente no nos parece correcto porque es una idea nuestra y que tenemos registrada, y quitarle a la ciudad el Monopol Music Festival".

Miranda, a la hora de razonar las dudas sobre mantener la relación entre el Festival de Cine de Las Palmas de Gran Canaria y el MMF, expuso que "los resultados de la última edición [de la parte musical del certamen] no fueron tan positivos". Sobre esa apreciación, Ordóñez ofrece una matización diferente a partir de los datos que la propia organización trasladó a los medios de comunicación al cierre de la última edición. "Es cierto que a las salas, para ver los documentales de la programación musical, acudieron menos espectadores si se comparan con los números de 2016. La caída, con todo, no es significativa. Pero en el cómputo total las cifras son muy buenas, mejores que las del año anterior", explica el director y programador del MMF.

Detalla Ordóñez que "por las salas, en 2016, pasaron 1.800 espectadores" para, a continuación, admitir que "en la última edición se bajó hasta los 1.200. Pero", añade, "en datos totales, entre la gente que pasó por el cine y por los conciertos, hemos pasado de las 5.500 personas del año pasado a las 7.200 de 2017. El Monopol Music Festival ha crecido en todos los ámbitos: en espectadores, con 1.700 más de un año a otro, como marca y en prestigio para público, artistas y productores".

Entre los puntos fuertes de la última edición del MMF, Ordóñez resalta "las dos noches en el plaza Santa Ana [con la presencia de bandas y artistas como León Benavente o Carlos Sadness], que el Bejo metiera a 600 personas en el Paper Club o el lleno en el Pérez Galdós con Julieta Venegas".

Julieta Venegas

En relación a ese último concierto, en el que la artista californiana presentó su último trabajo Algo Sucede y repasó buena parte de su carrera, Ordóñez traza un inciso. "Se miente", aclara, "cuando se filtra que el presupuesto se disparó con ese recital. De entrada, el caché de Julieta Venegas se cubrió con capital privado, no sale del presupuesto del festival. A partir de ahí, hay un coste de la producción audiovisual, que no es disparatado, hay una bolsa de nueve mil euros, por la venta de entradas de ese concierto, que está a disposición del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, cuyo cobro aún no ha ejecutado la Sociedad de Promoción".

Miranda, en las páginas de este periódico, también apuntaba que "nuestra prioridad de cara a la próxima edición es revisar cómo mejorar la oferta musical, que en cualquier caso ha sido buena, dentro de unos límites presupuestarios". En relación a las cuentas, el director del MMF enfatiza la pulcritud de su equipo a la hora de dar forma al programa del certamen. "Por las nueve bandas que pasaron por la plaza Santa Ana, en caché, se pagó sólo 15.000 euros. Esa cifra, si se tiene en cuenta el cartel de muchos de los artistas que pasaron por allí, es un muy buen negocio. Y eso es mérito de la gente que forma el Monopol Music Festival. En este apartado me gustaría subrayar el trabajo de Néstor Hernández, que lo peleó siempre para que el certamen saliera ganando. Del total del presupuesto del Festival de Cine, que rondó los 430.000 euros, la cantidad correspondiente al MMF fue de unos 45.000 euros".

Entre las quejas que parten de la organización del Festival de Cine y que sustentan las opiniones para romper con el MMF destaca la elección de los documentales musicales que entraron en la programación, muchos de los cuales se han podido visionar en los últimos meses en plataformas digitales como Movistar+ o Netflix. "Eso es así", observa Ordóñez antes de agregar que "también hay que tener en cuenta que la oferta de documental musicales que ahora ofrecen esos canales no existían cuando se puso en marcha el MMF y, a lo mejor, no hemos tenido cintura para prever esa situación. Pero también es cierto que nosotros le presentamos una lista con 40 documentales a la organización del Festival de Cine y son ellos los que hacen el corte final con 20 cintas".

De esta situación, con visos de acabar en ruptura, Ordóñez lamenta que "una relación que ha sido provechosa para las dos partes durante los últimos años se rompa así". El director del MMF recuerda que "empezamos de manera independiente y fue el Festival de Cine quien se acercó a nosotros. Lo hizo en un momento delicado para sus intereses y, de la mano, todos hemos crecido. Entiendo que se planteen la posibilidad de hacer cambios, pero no romper de manera abrupta o sin ni siquiera hablar con nosotros".

La próxima edición del Festival Internacional de Cine Las Palmas de Gran Canaria, la número 18, se celebrará del 6 al 15 de abril. Queda por saber si incluirá en su cartel al MMF o apostará por otra forma de programación musical.