El universo artístico de Midori Mitamura se asemeja a la trayectoria de un pájaro que se dibuja en pleno vuelo, pues la artista japonesa concibe su proceso creativo como un viaje que se nutre del alma, los paisajes y la cotidianidad de los lugares donde se posa para abrir las alas de su creatividad.

El mapa artístico de su último proyecto comenzó a trazarse hace más de 10 años, pero hoy se cumple su tercera semana afincada en el Centro Atlántico de Arte Moderno (CAAM), donde la artista desarrolla una instalación específica al abrigo del programa de residencias del centro, que este año celebra su primera edición.

Mitamura es la primera artista internacional que se instala en el luminoso taller del CAAM -precedida por la grancanaria Luna Bengoechea-, con el patrocinio de JTI (Japan Tobacco International) en el marco del acuerdo trianual suscrito entre ambas entidades para promover la cultura nipona en Canarias. Sin embargo, el proyecto de Mitamura se inscribe en el arte que derriba fronteras bajo la mirada libre de la artista nómada.

Sus creaciones se basan en "la construcción de espacios simbólicos a partir de los objetos que recolecto en los lugares donde desarrollo cada proyecto", apunta la artista, que plasmará en un plano subjetivo la imaginería de la capital grancanaria en una instalación site-specific en el CAAM; creada a partir de elementos hallados en espacios abandonados o en ruinas, como el viejo Hospital San Martín, a los que también suma algunas piezas que lleva siempre consigo.

Bajo el epígrafe Art & Breakfast, sus obras transpiran el espíritu íntimo e informal que viste la hora del desayuno y, por esta razón, la artista desgranó sus mimbres ayer en un desayuno informativo en la semana previa a su exhibición, el próximo 5 de octubre. "Prefiero los desayunos a las fiestas de inauguración", confesó, "porque te permiten relacionarte de otra manera".

El hilo narrativo que cose este universo es "el pensamiento sobre lo humano por encima de las diferencias culturales". "Me impregno del entorno, de la memoria de los sitios y de las relaciones interpersonales para trasladarlo al espacio expositivo, combinando lenguajes como la música, la imagen o los objetos hallados", reveló la artista. "Así creo un espacio teatral donde los objetos actúan como un libro de ilustraciones, donde cada espectador escribe su propia historia".

También la artista imprime en este paisaje emocional "mi perspectiva crítica sobre mi propia historia y mis preguntas sobre lo que me rodea, sobre mí misma y sobre mi relación con el arte", indica.

Esta metáfora se representa en Art & Breakfast a través del símbolo del pájaro y se inspira a su vez en una antigua canción japonesa denominada El canario, cuya letra narra la historia de un pájaro que ha olvidado cantar. "Ese pájaro es el símbolo del proyecto y de mí misma; porque el pájaro vuela de un lugar a otro y busca su canto", concluye.