R egresa a la capital grancanaria tras su última visita en 2014, cuando defendía en acústico su anterior trabajo Val Miñor-Madrid: Historia y cronología del mundo . ¿Ahora veremos otro formato y un repertorio distinto?
Hacía un rato bien largo que no estábámos por ahí. Voy con banda porque siempre que voy a las Islas lo he hecho en acústico, y en ese momento estábamos en gira con este formato Amaro [Ferreiro] y yo, y ahora somos siete músicos en el escenario. Voy con muchas ganas de tocar, y sobre todo me alegra que podais ver el show que hacemos en la Península. Este año nos apetecía que la gente descubra lo que tenemos entre manos y cómo lo llevamos al directo.
Casa es el último disco de Iván Ferreiro, y sexto trabajo, que juega con el rock y los medios tiempos. ¿Cómo fue el proceso de composición?
El disco fue gestándose poco a poco. Hacia mucho tiempo que no estaba en casa de esta manera. Iba escribiendo, venía gente a trabajar y así fuimos construyendo Casa entre maquetas y canciones, y en verdad fue un proceso digamos divertido y relajado. No es como cuando te encierras con un una fecha de entrega, sino que más bien fue de ir tirando, haciendo. Estuvimos un año y medio. Había incluso canciones que venían de antes, y como decía, todo ha sido muy tranquilo, en la composición y en la grabación también. Luego vino la banda, vino Ricky Falkner, empezamos a trabajar y estuvimos como un mes para grabar, y creo que en quince días nos lo ventilamos de repente. Es como cuando haces las cosas en menos tiempo pero muy tranquilo.
¿Esa dinámica le permitió trabajar sin presión alguna, como decía, y que las canciones fluyeran de manera natural?
A veces el hecho de no tengas una expectativa de una fecha te ayuda a trabajar. En mi caso y en este disco, y cuando lo teníamos nos fuimos a Barcelona y allí volvimos a grabar las baterías, en una sala en la que la batería suena maravillosa, no como en mi casa que es un poco justita. Para todo lo demás, la casa nos venía muy bien, pero con las baterías quedaba un poco plano. Y con Santos Berrocal mezclando; Santos está en un momento muy bueno, le dimos las pistas e hizo magia.
Este trabajo se presenta como una docena de canciones de desamor, fruto de un cambio de ciclo en lo personal.
Lo cierto es que iba a ser un disco de desamor. Cuando trato los discos intento que tengan una dirección, y de alguna manera y dentro del desamor solemos hacer discos sobre un infierno personal, y lo que me pasó es que iba a escribir sobre mi infierno personal y me di cuenta de que no existía, y que era un jardín lleno de amigos. Y realmente si me sirve de excusa, pero también es bonito porque tienes una idea del disco y luego tienes un álbum muy alegre y vital. Me gusta ese juego, que hay un corazón roto pero también otras muchas cosas. Tenía claro que no tenía que ser un disco de reproches. Creo que hacer un disco de este tipo te permite no estar echándole en cara nada a nadie, ni quejándote, y realmente creo que el disco habla de la ruptura, pero no solamente del amor romántico, tiene que ver también en cómo nos relacionamos con los demás, y en el fondo tenemos una relación romántica-platónica con todo el mundo.
El disco rebosa en colaboraciones, el jardín lleno de amigos del que hablaba antes, como Pablo Novoa, Leiva.
Ha sido un trabajo muy colectvo, y Amaro mi hermano, por supuesto, y Pablo [Novoa, que lleva conmigo un montón de años y es una pieza fundamental en este equipo. Luego esta Xavi Molero de batería, que es un músico excelente que ha trabajado con Egon Soda y un montón de gente. Y Emlio Saiz a la guitarra, que también lleva conmigo mucho tiempo. Luego Marti Perarnau, amigo nuestro de Vigo que también se viene con la banda y nos ayuda. Y a la hora de componer, tuve la suerte de tener a Leiva, que me llevaba cositas maravillosas. Tuve la suerte de trabajar con Nicolás Pastoriza, también de Vigo, que a lo mejor no es muy conocido por vosotros, vamos que no es alguien que tenga una proyeción muy grande en España aunque para mí es problamente el mejor compositor de canciones que conozco, las más bonitas del mundo, y verdad he tenido un montón de ayuda. Creo que es bonito que los discos tengan un montón de colaboradores.
Tiene que ser un lujo trabajar de esta manera.
Hay una cosa que es muy importante, que no es otra que la amistad, la hermandad con tus amigos, y creo que la música tiene mucho de eso. A la hora de hacer una canción, hable de lo que hable, cuando la haces con otro que tiene una visión musical propia, el camino es muy bonito, es una camino de generosidad todo el rato porque trabaja para tí de alguna manera. Leiva cuando llega tiene parte de una cosa y me deja que la dirija de la forma que yo quiera; trae unos acordes fantásticos, una letra igual, que te deja terminar, y eso es un regalazo. Esa generosidad también viene dada por el texto, y me dejan mantener ese discurso. En el caso de Leiva me trajo Farsante, él tenía ese estribillo demoledor y tu construyes todo lo de antes, algo que no había hecho; y en el caso de Nico, no te lo crees, me trajo Tupolev, unas cosas tan bonitas, te traen un concepto, al igual que Leiva. Hay veces que soy yo el que tiene el concepto, y ellos la melodía.
Le quiero preguntar por el libro 30 canciones para el tiempo y la distancia , de Arancha Moreno. ¿Satisfecho del resultado?
Arancha me llamó para esto, la conozco hace muchos años, y me sorprende cuando me lo pide, y le digo que si. Le di una chapa a la pobre, y en el libro yo hablo mucho, pero también hablan muchos de mis compañeros en todos estos años. En mi caso, fue muy interesante leer lo que pensaban algunos y que no me habían dicho nunca. Es curioso que los amigos no te digan ciertas cosas, y en general está muy bien el libro porque es un compendio de puntos de vista, se habla sobre canciones, se pone como un fondo histórico en donde estábamos en ese momento. Y creo que es bonito porque yo digo una cosa, Juan Luis me dice que no, o Amaro dice otra cosa, y al final es libro refleja lo que son las canciones para mí, sean las cosas ciertas o no, que es también el juego de la vida. Además, Arancha le da un estilo como si fuera una novela, y me gusta como lo enfrenta en el libro. La verdad es que yo, para serte sincero, no sabía si estaba dispuesto a leer cosas sobre mí, y de repente íbamos a presentarlo, me puse a leerlo porque logicamente tenía que hablar del libro, y en un par de días lo leí y me lo pasé muy bien. Me emocioné con algunas partes, recordando cosas, y da unas claves a la gente de donde nacen las canciones sin contar toda la verdad. A ella le gustaba mucho esa idea mis canciones que todo el mundo tenga que hablar de una cosa cuando realmente lo podrían hacer de dos o tres cosas más. Al final, Arancha con el libro hace el mismo juego que hago con la canción, y me divierte bastante.
Los temas de Los Piratas siguen vivas en el repertorio de Iván Ferreiro. ¿El público le pide que recupere la historia?
Si, las canciones de Piratas siguen contando cosas de mí y me sigue encantando tocarlas. Y le queda muy bien al repertorio y suele ser un momento muy emocionante en cada concierto.
