La Provincia - Diario de Las Palmas

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"Este Womad es el primero de tres y si hay acuerdo, seguimos adelante"

Dania Dévora valora el regreso del festival a la capital grancanaria el próximo mes de noviembre

Dania Dévora, el pasado viernes durante la entrevista en el parque de Santa Catalina. ANDRÉS CRUZ

El festival Womad regresa a la capital grancanaria tras seis años de ausencia y otros tres con sede en la playa de Gran Tarajal, en Fuerteventura. ¿Ha costado convencer a las instituciones de la capital y de la Isla para recuperar el evento? ¿Cómo han sido las negociaciones?

El recibimiento no ha podido ser mejor por parte del Cabildo de Gran Canaria y del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria. Diría incluso, que con cierto sentimiento de algo que había que rectificar y que hacer. Por lo tanto, el único escollo que estaba casi previsto era el presupuesto, porque en las fechas que se decidía que el festival volviera a Las Palmas, ni estaba presupuestado ni se podía permitir. Desde la organización y a nivel personal, tengo que agradecer a ambas instituciones el apoyo, y que desde la presidencia del Cabildo, la alcaldía y las correspondientes consejerías y concejalías de Cultura se pusieran a trabajar. Así, que cierto es que hemos tenido muy poco tiempo, y que el planteamiento era la posibilidad de volver en 2018, pero repito que fue un compromiso de ellos el que se pudiera hacer ahora.

A comienzos de año, la organización de Womad anunciaba que se agotaba el ciclo en Fuerteventura, y que el festival, por razones económicas, dejaba la playa de Gran Tarajal.

Efectivamente. Nosotros en enero comunicamos que nos íbamos [de Fuerteventura] por el silencio administrativo del Cabildo y por la declaraciones que el presidente estaba haciendo, que me parece que no las merecían ni sus ciudadanos ni nosotros. Dimos un tiempo, y no nos fuimos rapidamente, aparte de que había otras islas con interés, y estábamos viendo con bastante calma qué es lo que se hacía. Y llegó el momento en que le comunicamos a las instituciones de aquí que no volvíamos a Fuerteventura, y los meses pasan de una manera que uno ni lo imagina. Nos pusimos en mayo, en junio, y partir de ahí tuve varias reuniones con el Gobierno canario, y me trasladaron la voluntad de que el festival no se fuera de Canarias.

O sea, que había voluntad del Gobierno canario de mantener una colaboración en lo económico similar a las tres ediciones en Fuerteventura.

En los mismos términos quizás lo pensamos los demás, no es que ellos tuvieran ese compromiso, y había una situación complicada en la Consejería de Turismo, Cultura y Deportes, e incluso de cara al Cabildo y Ayuntamiento se entendía que en medio de ese conflicto era difícil definir nada.

¿Se refiere al relevo de la consejera María Teresa Lorenzo por Isaac Castellano?

Claro. Los tiempos eran los que tuvimos. Nos encontramos con esta situación a final de verano y realmente el contrato se ha firmado a finales de septiembre. Al final, tenemos un presupuesto de 360.000 euros con impuestos, y para gastar unos 300.000 euros, pero vamos a hacer el festival que mejor sabemos hacer.

¿Hubo consenso entre las dos instituciones que aportan más dinero al festival [el Gobierno aporta 20.000 euros], o se llegó a cuestionar la conveniencia de recuperar Womad?

No que yo supiera, y así me lo manifestó la concejala Encarna Galván diciéndome que unanimemente todo el tripartito estaba convencido de que el festival había que recuperarlo. Esto también nos estimuló mucho. Y por parte del Cabildo y desde el primer momento también fue así: las consejerías de Turismo, Industria y Medio Ambiente están implicadas con el festival. Creo que el festival es parte de esta sociedad y la esperanza que tenemos todos es que el público, cuando llegue aquí, vea la evolución y que piense que no hubo ese paréntesis.

¿Necesitaba la ciudad el regreso de Womad en 2017?

Lo que creo es que Womad está ligado a esta ciudad, nació aquí, y que duda cabe, y siempre lo diré, que el hecho de que Mario Cabrera pensara que Fuerteventura podía ser una sede, ha valido para que el festival esté vivo. Entonces, eso es de agradecer. Hemos estado ausentes seis años, pero a todos los efectos han sido tres. Fuerteventura recibió muchísimo, a miles de personas de aquí.

¿Es la primera edición con previsión de otras dos en la capital? ¿Habrá que volver a negociar presupuesto de cara a 2018?

Es el primero de tres y con las libertades de un acuerdo como tiene que ser. Es decir, con la premisa de que ambas partes tienen que estar de acuerdo en seguir adelante. No puede ser de otra manera, ya que los esfuerzos inútiles llevan a la melancolía. Si no se quiere, y lo que percibimos es lo contrario, y si no es así, no será, y en esa tranquilidad estamos. De alguna manera, esto tiene que ser así por respeto a los ciudadanos.

¿Ese reencuentro con el Womad es también una oportunidad para repensar el modelo de festival, y qué papel juega en la actualidad en el contexto de las músicas del mundo?

El festival que queríamos hacer es un festival de cuatro días, el que estaba diseñado, acercándonos a un modelo de festival ya consolidado como es Cáceres y en la línea de lo que hicimos en Fuerteventura. Empezamos de una manera anecdótica el jueves, y al final el jueves se convirtió en un día de programación. Por otro lado, lo que si había era una preocupación por parte del Cabildo, Ayuntamiento y por parte nuestra de que hacer un Womad de un día no era posible. De hecho, nos fuimos de Las Palmas de Gran Canaria porque nos parecía que éste no era el formato de Womad que debíamos mostrar a los ciudadanos. Ahora vamos a tres días, cortando horarios, pero va a ser un festival, creo, con una muestra de lo que ofrece Womad, con los talleres, ciclos de cine... Es reducido en cuanto a contenidos porque se quita un día, pero no va a ser deslucido en absoluto porque eso no lo queríamos ningunas de las tres partes.

Me refería a si se va a cambiar el modelo, el concepto de Womad a que estamos acostumbrados. Hay otros festivales, en el contexto canario y nacional por ejemplo, que trabajan con las músicas del mundo.

Pienso que un festival como este tiene que adaptarse a los tiempos y al público. Cuando me dicen que el público de Womad ha cambiado, esto es una verdad porque efectivamente tiene que ser así. Es un tema generacional donde el público, por un lado, es fiel al festival, y por otro, una generación que lo está descubriendo y se está quedando. El formato del festival tiene esa fisonomía que quiere ir a más público, manteniendo el público familiar que defendemos, y eso nos lleva a un compromiso de tener una línea de festival estando muy atentos a lo que se hace. Las músicas del mundo han tenido un camino y Womad fue uno de los primeros festivales de la world music y ya lleva 33 años.

Las músicas del mundo ya no son patrimonio exclusivo de Womad.

En absoluto, nunca entendimos, al menos desde que yo aterrice en el festival, nunca tuve el concepto de que la organización tuviera un monopolio sobre estas músicas, pero si se estaba feliz por ser los primeros en traer a Europa a artistas como Salif Keita. De hecho, fíjate que hasta el sello Real World ha cambiado su concepto, tenía un sentido en el momento que inicia el proyecto Peter Gabriel, y ahora otro muy distinto. Por ejemplo, hace unos años un Womad en un país como México no tendría mucho sentido, y hoy estamos trabajando para un festival allí. Precisamente el festival se ha preocupado de que la esencia para lo que fue creado esté y está. Y fíjate que esa es más la evolución que esté un escenario más acá que otro. Los festivales van creciendo y así lo demostramos cuando hemos tenido posibilidad en base a un presupuesto para tirar hacia adelante. Milagros no hacemos, algunos si, pero muchos no. Y por esto creo que Womad es más esencial ahora que hace muchos años. Por ejemplo, un país como Malta se ha interesado en los trabajos que hacemos para la Fundación, y esto me parece muy atractivo. Lo que si percibimos que la vuelta a Las Palmas es un compromiso en el que se han implicado instituciones como el CAAM, Casa África..., o la consejería de Medio Ambiente, que indica que el mensaje está claro y se entiende, porque antes había que convencer, ¿me explico? En Womad fuimos de los primeros en hacer, por ejemplo, una suelta de tortugas, aquí no pudimos hacerlo, y ahora lo hacen todos. Igual con los ciclos de cine, que casi empezamos buscando qué películas podíamos proyectar, y hoy todo eso lo tiene Casa África con el ciclo de cine africano. Y todo esto no ha salido de la nada, es un modelo que se ha ido copiando. Hoy todo el mundo organiza talleres, y siempre decimos que en nuestro caso no son actividades paralelas, es parte de la programación.

¿La organización de Womad se ha planteado fidelizar más patrocinio privado o la posibilidad de celebrar algunos conciertos de pago?

Estamos abiertos a ese modelo. Parece que no, porque las instituciones quieren que sea un festival gratuito.

En cuanto al cartel artístico, ¿el reeencuentro con Womad obliga a una exigencia mayor respecto a lo que se va a ofrecer?

Desde nosotros mismos. El grado de exigencia del cartel no lo vamos a perder, y a todo el mundo no podemos gustar, pero es nuestra meta principal. Es verdad que en el cabeza de cada uno hay nombres. Alguien me decía un artista el otro día y se extrañaba de mi actitud cunado lo que me estaba diciendo costaba 400.000 euros. Haremos un festival con la mayor de las calidades posibles, casi haciendo un trabajo de laboratorio, de investigar y proponer. Y que luego, eso tiene un precio. Cuando ves un cartel y no conoces a unmontón de gente, te mosqueas.

¿Se refiere al riesgo de programar artistas en construcción o futuras promesas?

Lo es, y ese riesgo tiene el que después vemos a la mayoría de esos artistas al verano siguiente en los principales festivales. Y la gente coge un avión y los va a ver. Eso queda en nuestra casilla también. No es que estemos experimentando, sino el apostar y posicionar a gente de calidad. De hecho, el público así lo percibe, y ese canon lo tenemos que pagar, y lo seguiremos pagando.

La Orkesta Mendoza, banda de Arizona, es uno de los artistas ya confirmados de un total de quince de unos diez países que maneja la organización. ¿Cabe esperar que regresen artistas que han pasado en ediciones anteriores?

Los vamos a tener. Y no se nos puede reprochar que no estemos en la búsqueda continua. El cartel se dará a conocer en los próximos días, y no es cuestión que estemos trabajando mucho, trabajamos en lo que tenemos que hacer.

Los contratos se firmaron a finales de septiembre ¿De qué manera condiciona esto la configuración del cartel?

Si nosotros no tuviéramos una organización que es una máquina en reacción, pues igual tendríamos un problema en cuanto a los cachés, y aún así pagas caros billetes y demás, y la posible reacción de la promoción no da para ello. Lo que si se está percibiendo con muchísimo agrado y aceptación, es que se haya forzado esto en tan poco tiempo. En Fuerteventura dijimos que no podíamos estar haciendo festivales para comunicarlo doce días antes que se celebre, y en eso nos hemos sentido muy arropados.

¿Cabe esperar que buena parte de los artistas que estuvieron este año en Cáceres repita en la capital grancanaria?

Para la programación no miramos a uno u otro festival. Incluso artistas que hemos tenido en distintos festivales y que hayan dado lo que esperábamos de ellos, y entonces no hay ningún pudor o reparo en partir de eso. Cáceres es una referencia, al igual que lo es Charlton Park, y otras cosas que no han estado en ninguno de estos dos festivales Womad, porque queremos que eso sea parte del reencuentro con el público de aquí. Hemos trabajado un cartel acorde a los acontecimientos, eso lo tendrá que juzgar el público. Hubiera sido fácil empezar a repetir artistas, y aún así con las dificultades de que Womad puede decir que esta es nuestra apuesta, pero la gente, los artistas tienen su agenda, conciertos programados. El que se conozca ya a uno de los artistas de este Womad nos parece, primero, el buen trabajo de ustedes, y segundo, la ansiedad del artista para anunciar que viene. Tenemos un compromiso de quien primero tiene que conocer el cartel y anunciarlo son los patrocinadores.

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