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Música

"Sobrevivir en un formato de rock acústico es un milagro"

"Nuestro reto para el próximo disco es conseguir llevar a nuestro terreno el sonido noise de los 90", destaca Javie Vielba, cantante y guitarrista de Arizona Baby

De izquierda a derecha: Guillermo Aragón, Javier Vielba y Rubén Marrón. LP / DLP

Vuelven a Gran Canaria, aunque no han sacado nada nuevo desde 2014 con Secret Fires.

Vamos a ir en realidad para recordarle a la gente que estamos vivitos y coleando y que estamos enfrascados en el siguiente disco. Secret Fires es una página a puntito de pasar. Pero antes hay que echar un último vistazo a todo y qué mejor sitio que en las Canarias. Tenemos mucha gente que nos sigue ahí.

¿Y para cuándo estará ya terminado ese nuevo disco?

Todavía, en lo que queda de 2017, tocaremos en sitios donde aún no se ha presentado el último. Creo que el nuevo trabajo saldrá a principios de 2018. Aunque, claro, los sellos discográficos tienen unos plazos: hay que hacer arreglos, grabar, mezclar, masterizar, y esperar las licencias oportunas.

Y eso que están en un sello independiente como Subterfuge.

Sí, pero los sellos independientes tenía sentido en los años noventa. Ahora no hay mercado como lo entendíamos antes. Ahora los que mandan son los magnates tecnológicos del tipo spotyfive, youtube o Apple, y ojalá que se regule. La nueva industria es mucho más cruel. Antes se vendían discos, pero ahora lo que recibimos de streaming es una vergüenza. Realmente vivimos del directo hasta que el cuerpo aguante. Nuestra gran baza es el público, y esa gran minoría que nos sigue es la que nos permite sobrevivir en esta jungla digital y en estos tiempos tan crueles para el arte. Actualmente se trata todo de marcas y no hay ética. Ahora mismo un Kurt Cobain sería inviable y nosotros venimos de ahí.

¿Y el nuevo interés por el vinilo en los compradores?

A mí es un formato que me gusta, porque llegó los 90. Se está recuperando ese gusto por el artefacto, pero lo cierto es que el vinilo, aunque ha habido un repunte, había bajado mucho. Y hay un mercado de segunda mano en el que se beneficia el que los vende. Nosotros sacamos un disco compartido con Los Coronas de cuatro canciones y la edición en vinilo tiene una presentación muy bonita que nosotros vendíamos a 8 euros y ahora lo ves a 60 euros. Yo no veo un duro. Se lo lleva el que me lo compró a mí y que ahora está ganando dinero a mi costa. Pero también te halaga que tu trabajo se revalorice. Si seguimos sacando cds es porque la gente lo escucha en el coche.

¿La gente más joven no acuden a vuestro espectáculos?

Veo un repunte. Hubo unos años un poco raros, pero ahora han vuelto y eso te da muchas esperanzas. La ley de que no pueden entrar a los locales hasta los 18 años es fatal para la cultura de un país. Con 12 años tienes el coco ya en su sitio, pero lo puedes fascinar al ver a Ozzy Osbourne o Kurt Cobain.

¿Cómo definiría la esencia musical de Arizona Baby?

Como un grupo que hemos salido a la luz contra todo pronóstico. Un grupo de Valladolid, cantando en inglés, haciendo música anglosajona, muy americana, en un formato acústico. Y, sin embargo, aquí estamos, llevamos más de diez años con la banda. Y desde 2008 dedicados a ello en cuerpo y alma. A partir de ahí ha salido la lectura con Los Coronas. Pero si no somos optimistas nosotros ¿quién lo va a ser? Teníamos a priori todos los pronósticos en contra. Cualquiera, en cualquier momento, nos hubiese dicho, "no voy a apostar por este galgo que no creo que gane". Y, la verdad, lograr sobrevivir en un formato de rock acústico es un milagro, pero aquí estamos.

¿Cómo serán la canciones de vuestro próximo quinto disco?

Va a ser un poquito al revés de Secret Fires donde abrimos el abanico en el tipo de composición. Seguramente vamos a seguir avanzando, investigando sonoridades y enfoques, pero el tipo de canciones estamos volviendo mucho a las del Second to None o el primer disco. Este disco va a ser más cañero en general, pero en nuestro formato acústico: guitarras acústicas, más crudo que el disco anterior, más directo. Y si el anterior disco lo grabamos todos juntos y luego le añadimos los arreglos, esta vez van a ir pocos arreglos. Va a ser bastante directo y crudo, que se note bastante que lo hemos grabado en directo. Y todo eso mezclado como una filosofía musical clásica de Arizona Baby, lo que la gente suele esperar de nosotros: country, blues, psicodelia, rock and roll. Y, por supuesto, ese bagaje que viene del metal y del punk que nosotros tenemos, que crecimos con el grunge, con las bandas de stoner y el indie rock ruidoso de los noventa.

¿Pero habrá alguna novedad con respecto a los cuatro trabajos publicados hasta ahora?

Vamos a intentar hacer noise con guitarras acústicas. Y eso es lo que tenemos que descubrir, cómo poder llevárnoslo a terrenos más cañeros sin cambiar nuestro formato. Eso es un poco el mayor punto de información que vamos a tener para este disco. Pero será puro Arizona Baby. Creo que hemos conseguido desarrollar nuestro sonido personal y eso no es algo sencillo y debemos presumir de ello. Es decir: "ya que tenemos aquí este sonido personal vamos a seguir ahondando en él y expandiéndolo. Y con una producción más directa, con todo más orgánico". Si el anterior incluía arreglos de piano o teclado y melodías más pop, este va a tener más de rock and roll, blues y country, pero siempre con la psicodelia, con ese metal acústico que nosotros llamamos heavy-wood, de metal con madera. Estamos todavía componiendo canciones, aunque tenemos unas cuantas grabadas. Lo estamos preparando entre Madrid y Valladolid y pendiente rematarlo en Londres.

¿Es nuevo método de trabajo con respecto a los otros discos?

Es un trabajo por tandas para que haya variedad, y por eso lo estamos haciendo en distintos estudios, para que la variedad también venga por el sonido. A principio investigas más por acordes o canciones. Y una vez que eso ya lo tienes dominado empiezas a jugar con las manualidades, decir "voy a usar esta otra cuerda, púa, esto lo voy a pasar por un amplificador, vamos a bajar intensidad para luego explotar". Es mucho trabajo, pero estamos felices de hacerlo así.

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