Una noche de momentos especiales fue la vivida el día de ayer por todos los que asistieron al Tropical Fest celebrado en el parque Santa Catalina. La segunda jornada de la tercera edición de este evento albergaba seis propuestas musicales muy distintas pero, pero complementarias entre ellas, con estilos muy distintos para todos los gustos. Pero es queque, por alguna circunstancia, las citas se convertían en ineludibles por algunos motivo concretos. En primero lugar, habría que destacar a los máximos exponentes del noise nacional, Triángulo de Amor Bizarro, como grupo estrella, que saldría al escenario en quinto lugar para presentar las canciones de su cuarto disco, Salve discordia. Era la primera vez que el grupo gallego tocaba en la Isla y su paso por el escenario fue arrollador con su potente repertorio en donde el ruido se adaptaba de manera siempre brillante a una imponente capacidad melódica.

También habría que acentuar la presencia de Joe Crepúsculo con su pop clásico y electrónico que, desde la publicación de Supercrepus ha ido ganando en prestigio en nuestro país. En esta ocasión, el músico catalán presentaba las canciones de su último trabajo, Disco duro, que supone otro paso de gigante en su carrera ya que suena más compacto y ecléctico que nunca. Previamente, actuó Miss Brave & The Cavaliers con su rock revivalista de los cincuenta, seguido por We Rock, en una sintonía muy parecida a la anterior con covers de grandes clásicos de la música rock. A continuación, a esos de las 17.00 horas, le tocó el turno a una de las actuaciones más esperadas de todas, la de los grancanarios Birkins que cubrió con nota las expectativas depositadas.

El grupo presentaba su cuarto álbum, Aquí hay dragones, repleto de canciones agradables y llenas de melodías pop en el que supone un punto de inflexión en la carrera del grupo. Con un sonido de una nitidez inesperada, en su puesta en escena hay que destacar el juego entre los dos guitarristas, a los que se sumó en algunas canciones un tercero para los temas más corpulentos. Y la presencia escénica de sus dos cantantes alternando el inglés, el francés y el castellano.

A ellos siguieron Los Vinagres con una visión más psicodélica y garajera de la música que, en directo, resulta totalmente contagiosa.

Además de la música, el evento muestra la esencia, la tradición y la gastronomía de una de las bebidas más populares del mundo, en un punto de encuentro de turistas y ciudadanos con la inclusión de nuevos tipos de cerveza. También hay un amplio programa de actividades, entre las que se incluyen demostraciones de beer yoga, servicios de barbería, un mercado vintage con piezas de artes, comics o vinilos y una exposición de motos Harley Davidson. A esto se sumará competiciones de dardos y futbolín, entre otras. Los más pequeños cuentan además con una zona específica, en la que pueden disfrutar de diferentes juegos.