"Pienso que el independentismo en Cataluña va a salir debilitado en las próximas elecciones" Así lo señaló ayer Antonio Escohotado durante su intervención en las jornadas 100 años del Golpe de Estado bolchevique: perspectivas liberales que se celebra desde el pasado 2 de noviembre y hasta mañana jueves en la sede de la Real Sociedad Económica de Amigos del País de Gran Canaria . El pensador y ensayista participaba con la conferencia Progreso y progresismo: el peso de lo inconsciente y hoy lo hará nuevamente, junto al sociólogo Carlos Moya, con la charla ¿Comunistas un anacronismo?
"El tema catalán es, en realidad, el patrimonio que tienen los independentistas tras 20 años de lavado de cerebro desde la primaria", señaló. "Y es como el adiestramiento de un perro de Pavlov y las técnicas de condicionamiento que en términos analíticos precisos se llama inhibición transmarginal", añadió. "Es el complejo de inferioridad del que tiene una lengua que habla muy poca gente, y por otro lado, el de superioridad de decir eso de que 'nosotros somos los mejores y los demás son inferiores".
Según Escohotado, en estos 40 días que nos quedan hasta las elecciones, "se verá hasta qué punto el lavado de cerebro de estos últimos años puede superar a imprevistos como que se haya ido la industria y a que algunos pensadores empecemos a opinar sobre el tema, y veremos quién gana al final, si el reflejo condicionado o la percepción".
El pensador no cree que los independentistas tengan un plan premeditado. "Estos no solo no tienen una asignatura, ni creo que lleguen al cinco, y la idea de que han trazado un plan y lo están cumpliendo es como pensar que han trazado una estrategia. Pero calculando quién es Puigdemont, Junqueras, Forcadell, etc., etc., me parece imposible que, en caso de que sea una partida de ajedrez, lleguen a la partida 4 y las jugadas suelen ocupar 40 o 50 como mínimos".
Tras todo esto se encuentra "el plan de las personas que quieren que los últimos sean los primeros", y a que, debido a su talla, física, moral e intelectual, "es lógico que Pujol quiera cambiar de posición. Es la inhibición transmarginal, anular la deliberación personal, en vez de persuasión tener reflejo condicional. Le tocas la campana y el independentismo actúa", añade.
Escohotado ha publicado como última obra Los enemigos del comercio en cuyo tercer tomo se pone el énfasis en el alzamiento bolchevique y en la instauración y desarrollo del régimen soviético.
"El comunismo está para enseñarnos qué pasa cuando una idea intrépida se pone en la práctica", aclaró. "Y pasó de todo, pero se demostró que la igualdad material no conduce más que a la miseria moral y material, es decir, al hambre. Y esto ha ido pasando en los 22 países que se han creído que el trabajo por cuenta propia está mal, que el empresario está mal, la oferta de empleo está mal, y es el empleado el único que está bien, y a la vista está todo lo que ha pasado". Sin embargo, precisó, "tenemos en España un partido con cinco millones de votos, Podemos, que está en esa línea, y eso demuestra hasta qué punto el comunismo no va a morir nunca".
El pensador también recordó que el independentismo no se ha aplicado correctamente en ningún país. "En la Unión Soviética, en 80 años, no ha habido nadie que la sepa aplicar", pero ¿qué es lo que hay detrás que lo hace eterno?, "pues la reclamación de que los últimos ocupen el lugar de los primeros, algo que en principio parece ser de lo más pacífico y solidario, pero que es la violencia misma, ya que si el mundo se organiza de tal forma que los que se adelantan los ponen al final de la fila, y los que están al final los ponen al principio, se produce algo que demanda máxima energía, violencia y cambio". En la práctica, en vez de conseguir una sociedad sin clases, "lo que se creó fue esta especie de convenio que tienen ahora Corea del norte, China o Cuba".
