La voz de Carlos Catana cabalga sobre los pasajes pianísticos que dibuja Margarita Galván. El verso que ha cultivado el poeta y músico palmero, el propio y el ajeno que admira, son el argumentario del proyecto y disco Catana 2. Un trabajo que se publicaba en este 2017 en el sello tinerfeño Los 80 Pasan Factura, disquera y editorial que en 2015 reparaba en la historia y en el tránsito vital y profesional de Carlos Catana en el disco libro A un niño salvaje no le duele la sien. Crónica de un incendio en la isla de La Palma. Ruido y poemas en la década de los 80. En primera persona se rescatan aquí las idas y venidas, y las bajadas al infierno de Catana, la apertura hacia la poesía y la música, y sus vasos comunicantes, de un personaje que fue líder del grupo Facies y que posteriormente se enroló en proyectos como Paraíso Animal, Eso Es o Bota de Actor.

La ligazón entre poesía y música van de la mano en Carlos Catana. Una constante que se ha manifestado en su vocación literaria, compositor y músico. Y su último proyecto que comparte con Margarita Galván es prueba de ello. Catana 2, el disco y directo, se estrena este sábado en Gran Canaria, tras las presentaciones del álbum en Tenerife, La Palma y Lanzarote, en un concierto en Tasca Rafia, en Vecindario, a las 22.30 horas. Catana, a la voz y armónica, y Margarita Galván, al piano, han construído un repertorio de precisa de la distancia corta, de aforo cercano, donde el público respira el mismo aire los músicos e intérpretes.

Doce cortes con arreglos de Margarita Galván, profesora de piano en la Escuela de Música de La Palma, formada en el Real Conservatorio Superior de Música de Madrid, e integrante del Trío Confluencias, en los que Catana modula su registro vocal y lo adapta al formato casi acústico en el que se construyen las canciones.Temas de cosecha propia, que subraya nuevamente el rol de compositor del músico palmero, y otros de poetas siempre presentes en su imaginario, de ayer y de hoy, como Leocadio Ortega, Félix Francisco Casanova, Severo Martín Cruz, Domingo Acosta Guión y Juvenal Machín Casañas.

El disco fue grabado, mezclado y masterizado en Guamasa Estudios por Ayoze Hernández, y ha permitido a Catana y Galván caminar de la mano, a piano y voz, sin más artificio que la propia canción.

Perdí mi tiempo, Amores, El retrovisor, Los versos que se esconden detrás de las miradas, Susurra Cohen, Mi ojo de largas melenas, Noctívaga, Escrito en la piedra, Canción para Leocadio Ortega, ¿..., A la que no fue y Carne triste conforman el repertorio de este trabajo discográfico.