El pasado jueves fue brillantemente clausurado en el Teatro Pérez Galdós el sexto Festival de Música Antiqva. En este concierto de cierre, Armonía concertada, actuó el dúo argentino formado por la soprano María Cristina Kiehr, que ya nos había visitado en el XVII Festival de Música de Canarias, y el vihuelista Ariel Abramovich. La velada se ofreció en colaboración con la Sociedad Filarmónica de Las Palmas de Gran Canaria. En una sala de cámara hubiera sonado mejor, ya que la música del siglo XVI necesita de un ambiente más íntimo y acogedor.
La afamada soprano argentina ha actuado con los mejores conjuntos barrocos europeos y bajo las batutas de los más destacados directores del género. El laudista Abramovich, posee una técnica admirable y se defendió excelentemente, tanto en la vihuela de las primeras piezas como con la guitarra barroca de las siguientes. Hay que destacar su labor de musicólogo, pues en la presentación de las obras explicaba la dificultad de transcribir piezas de tres o cuatro voces a una sola cantante, cuando el original hace armonías de los instrumentos de cuerda con varias voces. De ahí el título Armonía concertada.
Integraron el repertorio piezas del siglo XVI de compositores españoles como Juan Vasquez, del que oímos varios villancicos: Vos me mataste y De los álamos vengo, madre, incluidos en la Orphenica Lyra de Miguel de Fuenllana; el Que sentís, corazón mío del Cancionero de Elvas, y O dulce contemplación. Del flamenco Adrian Willaert, las villanescas O dolce vita mia y Se pur ti guardo, además del motete Dulces exuviae sobre el tema de Dido y Eneas. Del también flamenco Jacques Arcadelt sonó el madrigal Se per colpa del vostro fiero sdegno y del Cancionero de Petrarca, Chiare, fresque e dolci acque.
Ariel Abramovich nos deleitó con piezas instrumentales para guitarra barroca como un ricercar de Giulio Segni da Modena y unas fantasías de Cipriano de Rore; el madrigal Ancor che col partir del Manuscrito de Castelfranco. Otra de Francesco de Milano, De mon triste, junto a una instrumental de Jean Richafort.
En resumen, repertorio poco dado a contrastes, pero la afinada voz de María Cristina y su perfecta conjunción con Ariel, hicieron que la clausura del festival fuera un éxito.
Este sexto Festival ha tenido un muy alto nivel. Además del recital comentado, recordamos al Speculum Trío, y los conciertos de las dos formaciones canarias de cuerda, el Ensemble Atlantiqva y la Orquesta Barroca de Tenerife. Esperamos disfrutar por mucho tiempo de esta música que va calando en la sociedad isleña. La asistencia del público así lo corrobora.
