El alambre sobre el que caminaron los miedos, las certezas y las preguntas en los meses más oscuros de la pandemia inaugura un espacio de reflexión y debate bajo el título Vulnerabilidad y mediación: la condición ‘outsider’, en el Centro de Arte La Regenta. El marco de este encuentro es la exposición Salvar la intemperie_Call Center, de la artista grancanaria Alicia Pardilla, que se exhibe en esta sala capitalina y se articula como una instalación site specific inmersiva, que invita a la escucha en la era pospandémica. 

En esta línea, la mesa redonda se celebra como una actividad paralela con el objetivo de abordar, desde una perspectiva transversal, las principales cuestiones en que se detiene la muestra, como los trastornos emocionales, la ansiedad, la depresión o las brechas en las relaciones humanas. Este abordaje interdisciplinar contará con las intervenciones de la propia artista junto a Juan Arencibia, vicepresidente de la Asociación Integral Canaria Espiral; José Cabrera, director del Teléfono de la Esperanza en su sede de Gran Canaria; y Rosa Cubillo, docente en Bellas Artes de la Universidad de La Laguna y arteterapeuta en Asociación Canaria de Terapias Creativas. 

El acto tendrá lugar este jueves 16 de junio, a las 19.00 horas, y la entrada es gratuita mediante inscripción previa en la web del centro hasta completar aforo. Pero la cita comenzará con una introducción a la muestra de la mano de Pardilla, quien desgranará las claves de esta instalación que sigue la siguiente premisa: el «call center» artístico recibirá llamadas telefónicas anónimas durante los dos meses del periodo expositivo, que formarán parte de un archivo de llamadas que será transferido a unos altavoces que las reproducirán de forma continua.

La artista Alicia Pardilla (Las Palmas de Gran Canaria, 1981) atesora una amplia trayectoria artística basada en la vinculación entre arte y naturaleza, así como en la investigación sobre los procesos de creación desde el punto de vista del humanismo y la crítica social, la sostenibilidad y la ecología, y la disidencia frente a los sistemas de control y poder. 

En cuanto a este último proyecto en La Regenta, Pardilla manifiesta que «estar —y permanecer— a la intemperie es dejarse afectar por el contexto y por los otros. Implica tener la permeabilidad necesaria para alcanzar la profundidad de los aspectos interrelacionales contenidos en lo más humano y su vinculación con las singularidades ambientales y situacionales de un contexto concreto. Salvar la intemperie propone, por tanto, preservar un estado de sensibilidad, vulnerabilidad y vibración que combate la banalización de la existencia, la atomización de la proximidad y los estados inertes de afectación o receptibilidad».