En enero de 1976, el poeta Félix Francisco Casanova murió en la bañera de su domicilio con apenas 19 años. Dos años después, en diciembre de 1977, el estudiante Javier Fernández Quesada es abatido a tiros en la Universidad de La Laguna. Entre esas muertes discurre La Inmortalidad, la nueva obra de Delirium.

La decana compañía Delirium Teatro representa esta tarde, a las 20.00 horas, su nueva apuesta teatral: La Inmortalidad, con texto del escritor y periodista palmero Antonio Tabares, en el Centro Insular de Deportes, tras su estreno en Tenerife, en el marco del Mapas Fest.

Este espectáculo es un viaje en el tiempo hacia mediados de la década de los 70 del pasado siglo. Cinco alumnos universitarios, chicos y chicas, lucha por hacer historia. El marco temporal sitúa a los espectadores entre dos fallecimientos trágicos: el del joven poeta palmero Félix Francisco Casanova y el asesinato de Javier Fernández Quesada durante unos disturbios en el campus universitario. «Me apetecía hablar de ese periodo concreto de la Transición en La Laguna. Yo no lo viví pero todos hemos oído hablar de la intensidad con la que transcurrió ese tiempo, especialmente en las ciudades universitarias», explica Tabares.

En escena, se entretejen los sueños, aspiraciones, amores y desamores de este grupo de jóvenes, resuelto a cambiar sus vidas después de conocer el trágico final del poeta con apenas 19 años en extrañas circunstancias en su bañera. «Me parecía un marco temporal muy bonito e intenso.

El marco temporal sitúa a los espectadores entre dos fallecimientos trágicos

Me parecía adecuado contarlo a través de las vivencias de esos cinco jóvenes porque da mucho juego escénico. Quería reflejar ese periodo de la vida en el que uno se cree, como dice el título, inmortal», detalló. «En ese momento parece que todo es posible, que la muerte está tan lejos que nunca te va a tocar y que todos los sueños pueden cumplirse. Me parecía adecuado enmarcar ese tema entre dos muertes juveniles tan distintas pero tan poderosas», añadió.

Silvia Criado, Abel Morales, Javier Socorro, Delia Hernández y Daniel Sanginés son los actores que darán vida a un espectáculo que cuenta con la dirección de Severiano García, que también firma el diseño escénico. Laura Reyes es la ayudante de dirección. Mientras, la dirección musical y la composición son obra de Julio Tejera.

La trama discurre, concretamente, entre enero de 1976 y diciembre de 1977. «Fueron años de intensidad política y de despertar social en una época de cambios, de una manera nueva de ver la sexualidad, el amor y las relaciones. Una época de compromiso con gente joven que también quería divertirse y vivir».

Tabares repite con la que es, posiblemente, su compañía de teatro fetiche. El año pasado ya estrenó con ellos La buena vecindad. «Hablamos el mismo lenguaje, entendemos el teatro de una forma muy similar porque tienen esa capacidad de evocar, de plantear un reto al espectador y que este se lo cuestione. Es una suerte poder contar con una compañía que sabes que va a tratar tus textos con tanto cariño, profesionalidad y dedicación».