Camina con solvencia el Gran Canaria actuando como local. Esta es la primera premisa con la que hay que cumplir para no pasarlo mal en la ACB. Este jueves le tocó hacerlo ante un Grupo Begar León que intenta hacer lo propio en su regreso a la máxima categoría pero al que le cuesta arrancar.

Le tocó a los amarillos sufrir en la primera mitad en la que los visitantes metían más miedo del que realmente tienen en sus manos. Pero resolvió en la continuación en un partido más plácido.

El Gran Canaria alarga su serie invicta en casa en la serie regular, condiciones en las que no pierde desde febrero y ya son diez partidos así. La segunda victoria de la temporada se logró gracias a la mayor intensidad y acierto local tras el regreso de vestuarios. El dominio en el tercer cuarto de los canarios fue machacador para un León con ´garras´ que parecían de goma.

Las pérdidas de posesiones habían propiciado incertidumbre en la primera mitad. Pero todo tocó a su fin cuando Maldonado pudo contar en el tercer cuarto con el quinteto inicial, sin que, entre otras cosas, las dos faltas rápidas de Savané del primero pesaran tanto con el reloj más avanzado.

Norris, Guerra, Moran, David y Savané la ´armaron´ en apenas tres minutos. Por primera vez las diferencias estaban por encima de los diez puntos (46-35) y se multiplicaron hasta llegar a los 21 cuando el escolta grancanario unió a su excelente defensa el acierto en el tiro exterior (56-37).

Las rotaciones y los cambios defensivos de Aranzana nada podían hacer para frenar a un Gran Canaria que entonces obtuvo de su banquillo una respuesta adecuada. Massie, estadísticamente, sería el más beneficiado, mientras English decoraba sus hasta entonces pésimos números.