—¿Cómo están los ánimos tras la vuelta de Brasil?

—Realmente dolida. No acabo de entender muy bien la situación. Pero seguiré entrenando y trabajando duro. El año es largo, estamos en octubre y hasta agosto no son los Juegos y de aquí a allá puede variar la situación. Llevo muchos años luchando. Ya son más de diez en la Península, fuera de mi casa, como para ahora arrojar la toalla a la primera de cambio.

—¿Acepta la decisión de sacarla del dúo?

—Es una situación que elige la entrenadora, y que no se puede hacer otra cosa que acatarla, aunque no la comparto. Yo he demostrado que soy la campeona de España y la subcampeona del mundo, aparte de eso nada más se puede hacer.

—¿Después de tantos años cosechando éxitos, ha habido alguna explicación?

—La que me han ofrecido es que se quiere dar oportunidades a otra y que ya yo he tenido las mías. Debo recordar que hemos obtenido los mejores resultados de los últimos años. Lo cierto es que cuando empecé a formar parte del dúo lo hice porque era subcampeona de España y aún sigo siéndolo. Eso hace que la gente pueda no comprender este relevo de ahora, por lo que se puede pensar que la decisión de la entrenadora no tiene base.

—¿Y usted cree que su listón ya había alcanzado su máxima altura?

—Ni mucho menos. Yo creo que estoy en mi mejor momento. Todavía me queda, y de hecho voy a seguir luchando por aquello que creo que me merezco.

—¿Con usted en el dúo podrían lograr acercarse a ese tándem que parece intratable y que forman las Anastasias?

—La pareja Gemma-Paola ha demostrado tener unas cualidades artísticas que las demás no tienen y un gran potencial. Nos asemejamos bastante y siempre se ha potenciado eso para acercarnos a las rusas y de hecho lo hemos ido haciendo desde Sydney, en que fuimos séptimos, hasta el segundo de Melbourne lo hemos acreditado. Y creo que en China nos hubiéramos acercado más, pero si la entrenadora no quiere que seamos las dos, entonces nada se puede hacer.

—¿Esto ha sido un tema de catalanismo?

—No quiero pensar en eso, porque si no... No creo que ése sea el motivo del cambio.

—¿Y de ahora en adelante, qué opciones maneja?

—Lo único que se puede hacer es lo que haré, trabajar por el sueño de mi vida.