Fue apodado El Niño por su talento precoz, y hoy es uno de los golfistas más destacados del mundo. Y al margen de sus éxitos deportivos, Sergio García se caracteriza por su especial sensibilidad ante las dificultades que atraviesan sus semejantes.

Por ese motivo creó la fundación que lleva su nombre. Con sede en diversas comunidades autónomas, busca la asistencia social y deportiva a menores sin posibilidades económicas. Además, colabora con centros de acogida y ONG.

Una de ellas es la Fundación Deporte y Desafío. Gracias al trabajo de Mónica Mejías y María de Silva, se logró el compromiso del golfista para asistir a una clase en el Club de Golf de Las Palmas, destinado a jóvenes afectados con minusvalía.

Los alumnos de este evento procedieron del centro Ocupacional de San Bartolomé, que asisten habitualmente al Club de Golf de Maspalomas; también de San Juan de Dios en Las Palmas de GC, que practican su swing en el citado club ubicado junto a la Caldera de Bandama.

Las actividades comenzaron hacia el mediodía en pleno césped, donde el golfista internacional impartió unas clases centradas en el aspecto práctico y técnico. Mientras tanto, el resto de alumnos observaba con atención para no perder detalle de unas valiosas enseñanzas.

Las lecciones duraron algo menos de lo previsto debido a la lluvia, que de forma inesperada hizo acto de presencia en un día tan señalado. El grupo de alumnos y asistentes se desplazó entonces a las instalaciones bajo techo para proceder a la charla donde el profesor del día respondió durante un lapso de media hora a todas las preguntas que se le plantearon.

Sergio García reconoció que, aunque no hubo nadie de su familia con problemas de discapacidad, le anima a colaborar en este tipo de iniciativas el hecho de que algunos amigos sí padecieron estas dificultades.

El internacional manifestó en este momento su esperanza de que el golf deje de ser un deporte practicado exclusivamente en clubes privados para que se universalice, comenzando por la creación de campos de titularidad pública.

En relación con esto y los jóvenes con los que compartió la mañana, apuntó que tampoco hace falta crear campos adaptados para minusválidos. Miembros federativos allí presentes señalaron, además, que importante es que los clubes tengan las “manos abiertas” para acoger esta realidad social.

Las últimas preguntas, sin desviarse del mundo golfístico, se centraron algo más en el aspecto personal del jugador, relatando que la clave de su éxito ha sido “tener confianza, condiciones y practicar mucho”.