Martin Mario Kozhuharov (Lovech, Bulgaria 25-01-1993) se incorporó el 18 de agosto a la disciplina del Real Madrid. Su madre, Antonieta, lo acompañó a la capital. La tragedia se cruzó en el camino de una familia de origen búlgaro pero con residencia en Vecindario desde el año 2000.

Antonieta Kozhuharova tenía pensado regresar a la Isla en el vuelo de Spanair JK-5022. Nunca lo hizo. El sueño terminó en pesadilla aquel 21 de agosto negro.

Martin derrochó coraje y le brindó a su madre un regalo eterno. "Mi obligación estaba en Madrid. Quise seguir en la residencia. Ella luchó por mí para que pudiese llegar al Real Madrid y no podía decepcionarla. Entrené al límite y llegaron los resultados", reconoce el futbolista que está asesorado por la agencia catalana 'Control Orientado'.

En el vestuario blanco no está solo. Los grancanarios Enrique Castaño y Jesé Rodríguez -que llegaron del Huracán- nunca se separan de la joya búlgara. "Son algo más que amigos. Para ellos es su segundo año en el Madrid y yo acabo de llegar. Me ayudan en todo", señala Martin.

La conexión canaria comienza a dar sus frutos. Martin ha debutado con la selección sub 17 de Bulgaria y Castaño y Jesé han sido convocados por la española.

Martin ha deslumbrado a los técnicos de la factoría blanca. Luis Miguel Ramis, ex jugador del Madrid, es el técnico del Cadete: "Atesora una clase notable. Trabaja como el que más y siempre muestra un interés inusitado por aprender. Si sigue trabajando llegará al primer equipo".

Javier Lozano, máximo responsable de la cantera blanca -llega tras la marcha de Míchel- admite que Martin "se ha ganado el corazón de todo el madridismo".

El ariete firma sus goles -lleva más de 30 con la elástica blanca- mirando al cielo. "Sé que ella me está mirando. Era su sueño, que triunfara en el Madrid", admite emocionado. Ese mes de agosto cambió su vida. "Me hice hombre muy deprisa", apunta. El Santiago Bernabéu es su próxima parada.