Durante siete largas temporadas Juan Garrido Canales (Ossa de Montiel, Albacete, 23-11-1966) tocó la cima de su carrera en el Deportivo de La Coruña, a las órdenes de el sabio de Arteixo, Arsenio Iglesias, y después del galés John Benjamin Toshack, donde disputó un puesto con Francisco Liaño en aquel mítico Superdepor que plantó cara en la Liga al Dream Team de Johan Cruyff. Tras aquel famoso penalti malogrado por el serbio Djukic que otorgó la Liga a los azulgrana, vino a la UD Las Palmas, donde estuvo tres temporadas en Segunda División; "una decisión que fue muy acertada", relata.

Nacido en tierras manchegas pero criado en Elda (Alicante), donde aún residen su esposa e hija, fue muy pronto captado por el Real Madrid, que le incorporó con 16 años a su cadena de filiales, hasta llegar a ser el tercer portero del primer equipo, desde donde fichó por el Logroñés y de ahí al Depor, donde desarrolló buena parte de su carrera, para aterrizar en la UD Las Palmas "de la mano de Sabino López, que me conocía de su etapa como director deportivo del Celta de Vigo", recuerda y "ante la imposibilidad de jugar en La Coruña al tener por delante a Songo'o y el checo Kouba y no contar para Toshack", relata.

En Las Palmas, Canales pasó "tres buenos años, a pesar de que era un equipo se Segunda División me sedujo el proyecto, la ciudad, la afición y siempre guardo buenos recuerdos de aquel Estadio Insular, que casi siempre registraba un fenomenal ambiente intentando subir a Primera División", apunta.

De aquella época también recuerda "el gran grupo que formábamos, con gente como Orlando Suárez, Turu Flores, Eleder, Asier o Koldo Sarasúa, entre otros, un gran grupo y equipo".

Luego le tocó la oportunidad de jugar en otro equipo grancanario. "Con el Universidad subimos a Segunda A, con gente como Ojeda, Ismael, que aún juegan, y a partir de ahí colgué las botas", rememora.

Centrándose en los estudios, Canales acaba la diplomatura de Educación Física y el curso de Entrenador Nacional, especializándose en la preparación de porteros, su pasión.

De la mano de Julián Rubio se fue al Hércules a preparar a los guardametas y de ahí al Alicante, para acabar sus pasos casi donde empezó su camino deportivo, en el Real Madrid, donde desde hace un año es el preparador de porteros del Juvenil A y el Real Madrid Castilla de Segunda B. "Buscaban una persona de mi perfil", explica, "un hombre de la casa, con título nacional y especializado en la preparación de guardametas".

Allí Canales intenta labrarse un futuro en lo que más le gusta. "Estar en el Real Madrid es lo máximo. Contamos con todos los medios materiales y humanos que uno puede desear para trabajar en condiciones y pulir jóvenes valores. Muchas veces digo, medio en broma, medio en serio, que si no sacamos nosotros buenos porteros no los saca nadie".

Centrado en su tarea, llegar al primer equipo le parece aún un poco prematuro. "El puesto ese le corresponde a Pedro Jaro, que es un excelente profesional", aclara, y aunque se siente cómodo y realizado, sabe que el fútbol es muy fluctuante. "Vamos a ver lo que sucede ahora en las próximas elecciones del Real Madrid", concluye.