Directivos de la UD Fuerteventura aseguraron ayer que su equipo, que sufrió un descenso administrativo de Segunda B por las deudas a sus jugadores, seguirá compitiendo en el grupo canario de Tercera División la próxima temporada. Esta decisión podría beneficiar al Tenerife B, que ascenderá a la categoría de bronce al ser el mejor clasificado de la fase regular. Por contra, perjudica al Castillo CF, que tenía prioridad, al haber obtenido mejor coeficiente en la fase de ascenso, si el conjunto majorero hubiera desaparecido.

Sin embargo, al Castillo le queda otra opción, ya que la AFE está revisando la documentación presentada por un grupo de jugadores y ex directivos del Mérida, club que no tiene actualmente directiva y podría sufrir también un descenso administrativo, por las deudas con sus futbolistas.

A la espera de lo que pueda acontecer en las próximas fechas, el conjunto sureño, con el técnico José Carlos Álamo al frente, comienza hoy la pretemporada y a confeccionar una plantilla de Segunda B, según adelanta su presidente, Juan Trujillo.

Álamo solamente contará, en su vuelta al trabajo, con ocho jugadores de la temporada pasada: Víctor Franco, Aníbal, Jordi, Jero, Schuster, Dani 'Tacha', Noda y Aday Medina; y el juvenil Maikel. Están pendientes las cesiones de la UD de Israel y Lionel.