Fueron cuatro los jugadores de la selección de baloncesto de Cuba los que finalmente no se presentaron en la mañana de ayer en el Aeropuerto de Gran Canaria, para emprender el regreso a su país tras su participación en dos partidos amistosos en la Isla. El hecho de sus fugas, anticipada en la edición de ayer de LA PROVINCIA, lo confirmaba el propio cónsul de Cuba en Canarias, Cristóbal Molina. Los jugadores evadidos son Taylor García Bustamante, Grismay Paumier Charon, Georvis Elías Sayus y Geofrey Silvestre Hernández.

Un quinto deportista (Alexis Labastida) se reincorporó al grupo en el Hotel Dunas Canteras durante la madrugada del domingo al lunes. Tras el regreso voluntario de éste, el seleccionador del combinado caribeño, Daniel Scott, seguía manifestando que los jugadores ausentes "se han ido a guariquear" (salir de fiesta) por la zona portuaria de la capital y que "ellos estarán mañana [por ayer para el lector] con nosotros de regreso". Salieron con la excusa de ir de compras, pero no volvieron a la residencia de la concentración hasta declararse ayer su fuga.

Fuentes de la Delegación del Gobierno en Canarias afirmaron ayer que no tenían aún constancia de que ninguno de ellos hubiera pedido asilo político en España.

Al parecer, podría haber un quinto miembro de la delegación (Maykel Rodríguez, componente del cuerpo técnico), que tampoco habría acudido a la salida del vuelo a Madrid. Este dato no tenía oficialidad.

Cristóbal Molina dijo que no conocía la situación de las personas fugadas, ni tampoco los motivos por los que decidieron no embarcar en el avión que le llevarían a Madrid, para posteriormente enlazar con otro aparato hacia La Habana.

A DUCHARSE AL HOTEL. La vigilancia de los miembros de seguridad que acompañaban a la expedición de Cuba era tan estrecha que tras los encuentros ante España y la selección de Gran Canaria a los jugadores no se les permitió ducharse en el Centro Insular y en el Pabellón de Vecindario. Todos, de forma colectiva, abandonaron los recintos con indumentaria deportiva para ducharse en el hotel de concentración.

Al parecer, hubo contactos de los jugadores con miembros de la colonia cubana en Vecindario, localidad donde se estima puedan haberse instalado.