En la víspera del debut liguero de Las Palmas contra la Real Sociedad, cuando un gran número de personas, repletas de sentimiento amarillo, se reunían para unir su esperanza por apoyar la elección de la nueva canción del equipo.

Pasaban las nueve de la noche del viernes cuando en el anfiteatro del centro comercial Las Terrazas los ecos del himno de la Unión Deportiva se diluían junto al ruidoso aplauso de los varios centenares de seguidores que se habían reunido para elegir el Piotemazo, la canción de la ilusión que conmemora el 60º aniversario del nacimiento del equipo amarillo.

El pez listo, Ramón del Castillo, Luis Quintana, Sin saldo, Mussa y L'Acoustiqué, llegaron a la final del concurso, pero sólo uno podía salir elegido como vencedor del preciado trofeo que representa el cariño de la afición grancanaria.

Luis Quintana, con su tema Amarillo es mi color, fue el hombre elegido tras la deliberación del jurado y la consulta del voto popular, pero antes de eso, los fuertes aplausos y la brutal ovación del público presagiaban su victoria.

Las agrupaciones tocaron 11 canciones, entre las que estaban los seis piotemazos, y en cada una de ellas los asistentes jalearon a los cantantes, lo que motivó las palabras del vencedor: "Aquí ninguno es ganador, salvo los aficionados de Las Palmas".