Vuelve la épica al Naranjo de Bulnes. El Picu tiene, desde el jueves, escrito en la caliza de su cara oeste «Orbayu», la ruta en escalada libre más difícil del mundo. Los hermanos Pou, vascos, completaron la proeza en ocho horas.

Tomás Fernández es el guarda del refugio de Vega de Urriellu. Conoce desde hace años a los hermanos Pou y en las últimas semanas ha convivido estrechamente con ellos. Quizá por eso señala que lo que han hecho estos escaladores sea algo realmente grande. «Una gesta de primer orden que marcará un antes y un después en la historia del Urriellu», señala.

Para Tomás, esta gesta es comparable a la realizada por Rabadá y Navarro o a las primeras invernales que se llevaron a cabo en el Picu, por poner sólo unos ejemplos. De ahí que entienda «Orbayu» como una vía que marcará una época, al igual que hicieron otras hazañas con anterioridad. «Está claro que con esta vía los hermanos Pou han hecho historia. Ahora igual no se ve la importancia que tiene, pero pasarán los años y esta trepada será recordada como un punto y aparte en la escalada del Urriellu», comentó.

Para el guarda del refugio de Vega de Urriellu, Iker y Eneko han dejado huella jugándose el pellejo y, además, respetando las cordadas anteriores. «El cambio ha sido razonable y muy respetuoso con las vías abiertas. Todo lo han realizado conforme a una ética de no pisar a otros escaladores que hicieron mucho en otros tiempos y con otros medios. Además, la gesta realizada por los Pou tendrá una enorme repercusión en todo el mundo, algo que vendrá muy bien para dar a conocer el Urriellu», destaca.

Lo que está claro, como también señalaban ayer varios montañeros a las puertas del refugio, es que la hazaña de los Pou es una gesta de primer orden realizada por escaladores de primer nivel que, gracias a la innovación, conseguirán dar un nuevo impulso a la escalada en el Urriellu. Casi nada.