Miguel Ángel Ramírez, presidente de la Unión Deportiva Las Palmas y administrador de Seguridad Integral Canaria y Grupo Ralons, valora que "el jugador canario es muy técnico pero poco sacrificado". Sus declaraciones se emitieron ayer en el programa Líderes, de Radio Canarias, en el transcurso de una entrevista con el periodista Juan Ferrer en la que repasó ampliamente su faceta como máximo responsable del club de Pío XII. Mencionó Miguel Ángel Ramírez que al futbolista isleño "le encanta jugar en un parque al fútbol, pero no le encanta entrenar" (...) "nos encanta jugar al fútbol pero no nos gusta meter el pie o ser duro con el contrario. Hay mucho fair play, somos técnicamente inmejorables". Por lo que acabó subrayando que al jugador canario "le falta sacrificio, dicho con otras palabras: cojones en el campo, hambre, tener la necesidad de que hay que ganar para poder disfrutar. El jugador canario va a disfrutar del juego".

En su intervención radiofónica destacó que para mejorar las prestaciones de la cantera el club necesita "mejorar también su infraestructura", a la vez que recordó que el Barcelona y el Real Madrid disponen de mejores futbolistas de formación propia por su capacidad económica: "El Barça no tiene cantera. Eso es un error. El Barça y el Madrid tienen mucho dinero. Messi, Pedrito e Iniesta son importados de otros lugares".

De igual forma precisó que el concepto de cantera había variado con respecto al de los mejores años de la UD Las Palmas, expresando que era inimaginable que los futbolistas de la generación de los diablillos amarillos, liderada por Germán Dévora, se pudieran mantener hoy en la entidad de Pío XII, de acuerdo a cómo se gestiona el fútbol actual.

Entre otras cosas también recordó que bajo su presidencia la UD Las Palmas está viviendo la etapa de mayor estabilidad directiva, que se desconocía desde la de Atilio Ley Duarte: "Desde 1982 han pasado por el club una decena de presidentes y eso es una barbaridad". Admitió también que ha cometido errores pero que "siempre se produjeron con la intención de favorecer a la entidad".

Situó el ascenso de 2006 como su mejor momento en la presidencia del club, destacando que en la anterior etapa en Segunda B "Las Palmas necesitó cuatro años para ascender y en un campo tan ideal como el Estadio Insular".

CONTINUIDAD. Ramírez mencionó que para regresar a la Primera División "hace falta paciencia y recursos económicos, porque si miras la clasificación comprobarás que los que están arriba son los que tienen más dinero". Vaticinó que "si a este trabajo se le da continuidad, la UD Las Palmas volverá a ser un equipo de Primera División".

Tuvo palabras de elogio para el Gran Canaria de baloncesto advirtiendo que la clave no es sólo el presupuesto aunque su gestión está respaldada porque si hay desfases presupuestarios "viene papá Cabildo y lo cubre (...) Pero ha existido una continuidad en la gestión que ha sido brillante (...) El Gran Canaria ha demostrado que la clave no es el dinero sino la constancia en el trabajo".

Recordó a que nivel personal "comenzó a trabajar "con 13 o 14 años vendiendo fruta. Y a los 18 años había fundado mi propia empresa". Su receta del éxito es "trabajar las 24 horas al servicio de mis clientes". Y su sueño: "Internacionalizar mi empresa. El futuro está en las empresas de servicios integrales". Ramírez descubrió en este sentido que esta semana inaugurará su delegación en el País Vasco, en Bilbao.