La UD Las Palmas es un ente imprevisible. Cuando hace sólo tres jornadas parecía que iba a disfrutar de un final de Liga ajeno al drama de la lucha por la salvación, el panorama ha cambiado de forma diametral y ha llegado la decisión drástica. Después de una intensa reunión de cuatro horas celebrada durante la pasada madrugada, el consejo de administración decidió ayer la destitución del entrenador Sergio Kresic. Tres derrotas consecutivas en la Liga (la primera vez que ocurre en el presente ejercicio) y la dolorosa imagen ofrecida por el equipo amarillo en el partido contra el Rayo, que es reflejo de otros antecedentes, han sido determinantes para que la cuerda se rompiera por el punto más débil.

La UD Las Palmas no ha tenido tranquilidad en momento alguno esta temporada. Pareció disfrutarla cuando, después de la victoria contra el entonces líder Hércules, el equipo se acomodó en mitad de la tabla clasificatoria durante el mes de marzo. Eso llevó al presidente del consejo de administración, Miguel Ángel Ramírez, a desvelar públicamente sus previsiones de renovar el contrato del hispano-croata y a sus asistentes Diego Quintero y Zósimo San Román, "si el equipo queda en sexto o séptimo lugar", puntualizó. Doce días después de este anuncio, el proyecto futuro se ha venido abajo porque los jugadores encadenan las derrotas ante Albacete, Cartagena y Rayo, el equipo pierde un colchón de seis puntos con respecto a la zona de descenso y el día soleado acaba con negros nubarrones.

PLANES ALTERADOS. La marcha de Kresic aborta también la posibilidad de un plan renove de la plantilla, al menos la que estaba bajo su prisma. El entrenador había dejado migas por el camino al comentar que se había equivocado al consentir la confección del grupo de jugadores, al margen de no ocultar su disgusto con el rendimiento de algunos futbolistas que entraban y abandonaban las convocatorias con peligrosa soltura. El técnico no descubría el contenido de su crítica o el análisis sobre lo ocurrido en la temporada, pero de haberse quedado en Pío XII el sentido de sus decisiones habría sido contundente.

El propio club, en su comunicado, destaca "la profesionalidad con la que han desempeñado (el equipo técnico cesado) sus funciones y la plena entrega, desde el primer al último día". Pero también subraya que "el consejo es consciente de que el cuerpo técnico no es el único responsable de la delicada situación que atraviesa el primer equipo", y estima "que esta medida es necesaria en el intento de enderezar el nivel competitivo y romper una dinámica regresiva con nuevos argumentos".

El cese de Kresic es, en consecuencia, una liberación a una situación tensa en la que se destilaba un distanciamiento de algunos jugadores con el técnico y sus colaboradores, la falta de fe en el sistema de trabajo y de juego. Las Palmas está inmersa en una fase decisiva del campeonato, donde tenía tres encuentros ante rivales directos. El primero, ante el Rayo, lo malogró. Pero de inmediato se medirá con el Real Unión y Castellón, que ocupan plaza de descenso, y estas oportunidades no las puede desaprovechar.

El debate en el consejo fue intenso. Hasta antes de Vallecas había un empeño colectivo porque, por fin, un técnico cubriera la temporada de principio a fin. No lo habían conseguido Visjnic (2005/06), Sánchez Aguiar (06/07), Juanito (07/08), Juan Manuel Rodríguez (08/09) y tampoco lo hace ahora Kresic.

La ley invisible del fútbol se vuelve a aplicar: es más fácil echar a uno que a veinticinco.