El dinero que generan los cazadores con sus tasas y licencias se revertirá en el campo con la aplicación del Plan Insular de Caza de Gran Canaria, que tiene un presupuesto cercano a los tres millones de euros para aplicar en cinco años.

El Cabildo de Gran Canaria, tras el visto bueno del Consejo Insular de Caza, ha aprobado el avance de su Plan Insular de Caza (PIC), instrumento de gestión del aprovechamiento cinegético elaborado por el veterinario Paulino García Alvarado, añadiendo en su trabajo algunas de las propuestas recibidas de diferentes entidades relacionadas con el mundo de la caza.

El plan pretende adoptar las medidas adecuadas para la protección, conservación, fomento y ordenado aprovechamiento del recurso cinegético en Gran Canaria. El periodo de vigencia será de cinco años a partir de su aprobación definitiva y regulará la caza de las especies cinegéticas: conejo silvestre, perdiz roja, paloma bravía, tórtola común y codorniz común, así como animales asilvestrados.

Se van a crear dos centros de recuperación del conejo silvestre, en los cuales se estudiarán las enfermedades y patologías que sufre el conejo en la isla desde hace muchos años (la mixomatosis y neumonía vírica).

Por otro lado se prevé que las repoblaciones de perdices procedentes de la granja de Tirma sean menos cuantiosas en individuos, pero más eficaces, para lo cual se realizarán mejoras ambientales sobre siembras, bebederos, comederos y control de depredadores antropófilos (perros y gatos asilvestrados), medida que también beneficiará al resto de las especies como el conejo silvestre.

El Plan Insular de Caza también prevé la puesta inmediata en funcionamiento de siete guardas de caza y cuatro agentes medioambientales, además de un administrativo y un técnico con competencias en la materia, que estarán presumiblemente tutelados bajo un órgano de la administración insular, donde las sociedades de cazadores tendrán su correspondiente lugar.

Respecto a los campos de entrenamiento para perros, estos se reducen en Gran Canaria y en el periodo de verano serán 12, todavía por concretar. Los permanentes, cuando concluya el periodo de caza, que se abrirán en febrero, serán sólo tres.

El Plan Insular recoge la creación de dos cotos intensivos de caza en los que podrán participar todos los cazadores con caza sembrada y que también podrán servir para la disputa de diferentes campeonatos.

Respecto al número de perros podencos para la caza del conejo, estos podrían reducirse a 4 por cazador, seis por pareja y doce por cuadrilla, dependiendo de las densidades de poblaciones de especies durante una temporada.

La instalación en diferentes puntos de la isla de 250 comederos y 250 bebederos que estima el Plan Insular de Caza permitirá la recuperación de muchas especies y no sólo las cinegéticas, así como la inversión de 170.000 euros en los cinco años para las siembras de gramíneas.

También se contempla la recuperación de nacientes por un valor de 200.000 euros y limpiezas arbustivas por un importe de 150.000.

En total, el Plan Insular de Caza estima que en este periodo de cinco años se tendrá que invertir 2.961.254 euros, dinero que se generará por las tarjetas de caza controlada y licencias, sin contar el dinero procedente de las tasas de los cotos y sanciones.