La derecha de gofio vuelve a la Meca gala. París aparece de nuevo en la vida de la grancanaria Carla Suárez. El Grand Slam de tierra batida, su superficie preferida, la catapultó a la fama hace dos ediciones cuando alcanzó los cuartos de final tras fulminar a la ex número uno Mauresmo. Pero Carla Suárez no llega en las mejores condiciones. Vive en un mar de dudas.

Carla se lesionó en el torneo marroquí de Fes y se perdió los torneos de Roma y Madrid. Se le diagnosticó una rotura parcial del ligamento peroneo astragalino anterior y un esguince de grado dos en su tobillo derecho.Número 39 del ranking WTA, y segunda española mejor clasificada, la isleña está en el cuadro final muy lejos de su mejor versión. Mañana debuta ante Govortsova, una roca que la grancanaria deberá pulir con paciencia y coraje. Pero Carla se crece en la adversidad. "Que nadie la de por muerta", destacaba ayer un periodista en París.