Las figuras del ala-pívot Amare Stoudemire y del base canadiense Steve Nash surgieron en el tercer partido de las Finales de la Conferencia Oeste para guiar a los Suns de Phoenix al triunfo de 118-109 ante Los Ángeles Lakers.

La victoria fue la primera que logran los Suns en la serie que ambos equipos disputan al mejor de siete con ventaja de 2-1 para los Lakers, que ganaron los dos primeros partidos en el Staples Center, pero el cuarto tendrán que jugarlo el martes en el U.S Airways Center, de Phoenix.

Si en Los Ángeles las figuras Kobe Bryant y Pau Gasol impusieron su protagonismo, en el tercero Stoudemire, con su mejor marca como profesional en la fase final, se hizo dueño del juego en la pintura y bajo los aros para conseguir un doble-doble de 42 puntos (14-22, 0-0, 14-18) y 11 rebotes.

Gasol jugó un gran partido en ataque al conseguir 23 puntos (11-14, 0-0, 1-2), pero esta vez su defensa no fue suficiente para frenar la inspiración, fuerza y agresividad de Stoudemire, que reivindicó su condición de jugador franquicia.

"Sabíamos que teníamos que salir al campo a jugar de forma agresiva y sin respiro si queríamos ganar a los Lakers", declaró Stoudemire. "Todo el equipo hizo una gran labor".

Nash se olvidó de la dureza con que la defensa de los Lakers, encabezada por el Derek Fisher, lo trató y fue el motor perfecto en el juego de ataque de los Suns al conseguir también otro doble-doble de 17 puntos (5-10, 0-1, 7-7), 15 asistencias y dos rebotes.

Pero faltaba el jugador sorpresa y ese fue el pívot de segundo año Robin López, quien en su primera serie como profesional de la fase final fue la gran ayuda que Stoudemire necesitó cuando estaba bajo los aros.

López aportó 20 puntos y tres rebotes, mientras que el escolta Jason Richardson fue el cuarto titular con dobles dígitos al conseguir 19 puntos.

Defensa decisiva

Si el ataque había respondido con una gran agresividad que hizo posible que los Suns completaran 42 lanzamientos de personal para conseguir 37 puntos, por sólo 16 de 20 intentos de los Lakers, la defensa del equipo de Phoenix iba a ser decisiva.

Especialmente en el cuarto periodo, cuando una vez más los Lakers después de haberse ido al descanso con un parcial adverso de 54-47, concluyeron el tercer periodo (86-84) tras empatar a 82-82 a falta de 26 segundos.

Pero esta vez no iba a ser Bryant, ni Gasol los que surgiesen en los últimos 12 minutos para, como sucedió en los dos partidos anteriores, con sus aciertos ofensivos dejasen atrás a los Suns.

Esa misión quedó en manos de Stoudemire, que con 29 puntos en la segunda parte no sólo hizo posible la victoria de su equipo, sino que acalló a los críticos que le habían cuestionado su falta de liderazgo en los momentos decisivos.

"No es el momento de reivindicar nada, sino de jugar nuestro mejor baloncesto para meternos de lleno en la eliminatoria", comentó Stoudemire. "Siempre he dicho que soy un jugador de equipo y que hago en el campo lo que se me pide".

Stoudemire, que anotó 14 de 18 tiros de tiros de personal, dos menos de los que tuvieron todo el equipo de los Lakers, reconoció que la agresividad del equipo cuando estuvieron en la pintura fue decisiva.

Lo mismo que la protección del balón por parte de todos los jugadores, pero en especial de Nash al concluir el partido con sólo siete perdidas por 17 de los Lakers.

Bryant, en su línea de líder indiscutible, aportó 36 puntos (13-24, 2-8, 8-8), 11 asistencias, nueve rebotes, una recuperación de balón y un tapón.

Mientras que Gasol, que jugó 45 minutos, el que más del equipo, capturó siete rebotes defensivos, pero sólo dos en ataque, repartió dos asistencia, no recuperó ningún balón y puso un tapón.

Fisher consiguió 18 puntos y el alero Ron Artest anotó 12 para ser los cuatro que tuvieron dobles dígitos.

A diferencia de lo que había sucedido en los dos partidos anteriores, los reservas no iban a surgir con la ayuda que el equipo necesitó en la recta final del encuentro y el ala-pívot Lamar Odom se quedó con sólo 10 puntos después de anotar 4 de 14 tiros de campo, fallar cuatro intentos de triples y 2-4 de personal.

Ante la falta de ayuda de los reservas de los Lakers, los Suns con 4:55 lograron un parcial de 92-100 que iba a ser decisivo y aunque los actuales campeones de liga lograron ponerse a siete tantos (111-104) y 41 segundos por disputarse, un triple de Richardson a falta de 26 selló la victoria de Phoenix.