Cuando el ataque se complica, los jugadores del Gran Canaria 2014 buscan a un hombre: Jaycee Carroll. Lo mismo pasa en el Barcelona con Juan Carlos Navarro, el escolta que volvió de la NBA para "ganarlo todo" en Europa. Después de vencer en la Supercopa, la Copa del Rey y la Final Four, sólo le queda la Liga para cumplir su promesa. Pero antes tendrá que batirse en duelo con Jaycee Carrol en el Centro Insular de Deportes. Hoy.

El norteamericano del Gran Canaria y el catalán del Barcelona son de ese tipo de jugadores capaces de firmar 15 puntos en un mal partido individual. Siempre con el kalashnikov preparado para disparar en el momento oportuno contra el aro rival. El pasado viernes, Carroll se llevó la victoria del duelo individual al anotar 15 puntos por 12 de Navarro. Un triunfo sin trascendencia, sin duda alguna, después de la contundente victoria del Barcelona.

Jaycee Carrol afronta el duelo de hoy después de conseguir el título de máximo anotador de la Liga ACB para el Gran Canaria 2014, algo que no ocurría desde la época de John Morton, que logró el galardón en dos temporadas consecutivas (95/96 y 96/97) con una media de 26,31 y 23, 56 puntos por partido respectivamente. Carroll ha firmado 19,1 puntos por partido, por los 14,8 de Juan Carlos Navarro, que juega menos minutos debido a la profundidad de banquillo que posee una plantilla como la del Barcelona. Navarro ha finalizado séptimo en la tabla de máximos anotadores de la ACB.

Con estaturas similares, (1,88 Carroll por 1,91 Navarro) tal vez el catalán domine aspectos del juego que lo hacen estar un escalón por encima del norteamericano del Gran Canaria 2014. Para empezar, la capacidad de Juan Carlos Navarro para superar las situaciones de presión a las que constantemente es sometido por los equipos rivales. Con una ejecución de movimientos vertiginosa y una capacidad para armar el brazo fulgurante, el ex de los Grizzlies es un jugador prácticamente impredecible en ataque; imparable en el uno contra uno al fin y al cabo. Cuando encara, su defensor tiene muchos problemas para seguir el movimiento de piernas que le permite fintar una penetración para cambiarla por un tiro con un pasito atrás o lanzarse a toda velocidad sobre el aro rival y dejar una de sus peculiares bombas: brazo totalmente estirado y balón al cielo del pabellón que termina cayendo limpio por la red de la canasta sin tocar el aro. De ahí el apodo de bomba Navarro.

Jaycee Carroll es un jugador más fácil de parar que Navarro, pero que sobrevive a base de técnica individual y despistes de sus defensores. Con 1,88 de estatura, este tipo de jugadores tienen que recurrir a la velocidad para poder zafarse de los marcajes; sin embargo Carroll no es tan rápido como el catalán y necesita más los bloqueos de su equipo para encontrar posiciones cómodas de disparo.

El tiro es otro de los puntos donde Carroll y Navarro tienen comparación, y aquí el norteamericano se ha mostrado un punto por encima.

Bien es cierto que necesita más espacio que Navarro para tirar, pero en su primera temporada en la Liga ACB se ha mostrado como una ametralladora temible. Si a Navarro lo llaman la bomba por su peculiar penetración a canasta, Carroll se ha ganado el apodo de boom-boom por su capacidad para encadenar aciertos desde más allá de la línea de 6,25. En este sentido, aún se recuerda el primer partido de Liga ante el DKV Joventud, donde el estadounidense anotó los cinco primeros triples que intentó ante la desesperación del rival.

Carroll fue un factor sorpresa al principio de la Liga, pero el conocimiento que sus rivales han ido teniendo sobre su juego no la he impedido, sin embargo, alzarse con el título de máximo anotador de la Liga.

DEFENSA. Ninguno de los dos escoltas es un gran defensor. Sus equipos tampoco dependen de su retaguardia para sobrevivir. Pero en ese aspecto Carroll también suele tener más problemas que Navarro con sus parejas, aunque quizá buena parte de culpa de eso la tenga el conjunto. El Barcelona es el mejor equipo defensor de la Liga y encaja diez puntos menos de media por partido que el Gran Canaria, que a pesar de todo se ha mostrado como la quinta mejor defensa de la competición.

En la determinación, ambos jugadores también presentan ciertos parecidos; tal vez parezca que, en los momentos decisivos de un choque, Navarro tenga más acierto que Carroll, pero la explicación podría estar en que el jugador del Gran Canaria 2014 juega una media de 29,18 minutos por partido mientras que Navarro suele tener tres minutos más de descanso en el banquillo. Son dos jugadores extraordinarios, en cualquier caso.