El ex futbolista asturiano de la Unión Deportiva Las Palmas y del Universidad, Óscar Luis Celada, tocó el cielo de su profesión, médico deportivo, al proclamarse el pasado domingo en Sudáfrica campeón del mundo de fútbol en la gran final ante Holanda.

Pero el ex jugador no para y ya se encuentra en Zaragoza para preparar la pretemporada del equipo maño, del que también es máximo responsable en la parcela médica del equipo de Primera División, un proyecto que considera "ilusionante".

Acabado de llegar a la capital aragonesa y sin digerir del todo el éxito de la Copa del Mundo, Óscar atendió amablemente a LA PROVINCIA / DLP, ya que guarda un excelente recuerdo de los cuatro años que pasó en Gran Canaria en su etapa deportiva, que compaginó con sus estudios universitarios.

- Pues la verdad es que este año no voy a tener vacaciones. Se acaba el ciclo de la selección y ahora me toca empezar una ilusionante temporada en el Real Zaragoza, del que también soy el responsable médico. En unos meses intentaré cogerme algunos días de vacaciones, pero por ahora no hay tregua.

- ¿Cómo se siente después de haber vivido en primera persona la experiencia de ganar un Mundial, aunque sea desde el banquillo?

- Me siento un afortunado. Toda mi estancia en la selección he sido el responsable médico y ya que como futbolista no tuve la oportunidad de ser internacional, ahora me ha tocado hacerlo desde otra vertiente. Lo más que me impresionó fue la alegría que vivió la gente y la respuesta de toda una afición entregada.

- ¿Y el ambiente por las calles de Madrid?

- La aventura por las calles de Madrid fue increíble. Como un estado de shock del que todavía nos estamos recuperando. Abandonamos el frío polar que helaba al ambiente de Sudáfrica para plantarnos en los 36 grados que hacían en la capital de España. Todo el recorrido por la Palacio de Oriente, La Zarzuela o la Moncloa y por todas las calles de Madrid suponen un recuerdo imborrable que siempre quedará en mi mente guardado con mucho cariño.

- ¿Es el Mundial la culminación de su carrera?

- Es la culminación de mi carrera porque cuando aspiras a ser médico especialista en medicina del deporte sueñas con tener una oportunidad así. He tenido la ocasión de tener en mis manos una plantilla inigualable que pasará a la historia. Convivir con el seleccionador Vicente del Bosque, que ha dado una clase magistral de fútbol. A nivel personal y profesional siento una sensación interna de plenitud muy difícil de describir.

- ¿Siente la gran responsabilidad que supone tener en sus manos a tanta estrella y, por consiguiente, tantos millones de euros?

- Es una gran responsabilidad ya que cualquier decisión que se tome con un deportista de alto nivel y de una gran repercusión mediática siempre lo es. Pero la asumo con agrado, ya que el fútbol y la medicina son mis pasiones y me hacen sentir pleno. He trabajado con un equipo de cuatro fisioterapeutas fenomenales y la plantilla de profesionales ha tenido un comportamiento intachable.

- ¿En qué estado de forma llegaron los jugadores a Sudáfrica, teniendo en cuenta la exigencia de la temporada?

- Hay de todo, jugadores que han jugado más y llegaron más castigados y otros más frescos. Por eso el cuerpo técnico ha preparado un trabajo individualizado y creo que poco a poco se fueron viendo los resultados. En ese sentido quiero felicitar al preparador Javier Miñano, que al principio fue bastante criticado, ya que los jugadores acabaron el Mundial en un excelente estado de forma. Creo que la selección posee mucha calidad profesional en todos sus estamentos y nosotros intentamos aportar nuestro grano de arena.

- ¿Qué le causó más problemas durante el torneo?

- Torres ha tenido una rotura fibrilar y estará unas tres semanas de baja y el fuerte esguince que se produjo Raúl Albiol. El resto, las molestias típicas, pero creo que ha sido un campeonato en el que las lesiones nos han respetado, a pesar de los problemas con los que llegaron Cesc Fábregas, Iniesta y Fernando Torres, que se había hecho una artroscopia en la rodilla.

- Ahora que ha tocado el cielo de su profesión, ¿qué le queda por hacer?

- Siempre hay que ir buscando retos y ahora afronto el del Zaragoza en Primera División, por el que estoy bastante ilusionado. Con el tiempo nos daremos cuenta del logro que hemos conseguido, pero será una buena historia para contarles a nuestros nietos. El momento irrepetible en el que España consiguió el Mundial 2010.

- Usted jugó en Gran Canaria en las filas de la UD Las Palmas y del Universidad, además sacó la carrera en la isla. ¿Qué recuerdos guarda de aquellos tiempos?

- Pues imagínese, excelentes. Jugué en la UD Las Palmas durante dos años y después en el Universidad. Soy licenciado en Medicina por la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria y la llevo muy dentro.

- ¿Cómo se las arregló para compaginar sus estudios universitarios con ser futbolista profesional... entrenamientos, viajes, concentraciones?

- Pues con mucho esfuerzo y bastante sacrificio. Lo que se dice vulgarmente hincar los codos. Como era muy complicado sacar curso por curso, por el fútbol, intentaba sacar dos o tres asignaturas cada año y después dediqué varios años a la especialidad, realicé varios másteres, etc. Hoy en día los éxitos se consiguen con trabajo y esfuerzo y es algo que tiene que quedar para el gran público. Como ejemplo le pongo el éxito de esta selección española. Es el mejor ejemplo en estos momentos.