Jonathan Viera ya posee nombre propio en la UD Las Palmas. El equipo de Paco Jémez se mueve con su ritmo diabólico y al joven canterano se le empieza a identificar como patrón del nuevo proyecto. Atrás ha quedado el apodo de Romario, una comparación que partió con sus amigos del barrio porque "me veían pequeño, moreno y habilidoso como aquel jugador del Barça. Pero a mí quien realmente siempre me gustó fue Ronaldinho. Un futbolista espectacular. Me veo en él, en su regate, en su forma de manejar el balón. Algún día me gustaría llegar a su nivel. Pero he de ser humilde y no creer todo lo que me dicen", precisa sereno tras el regreso de Huesca.

- Cuatro puntos en dos jornadas, un juego que gusta y la ovación de los aficionados. ¿Demasiado bonito?

- Estamos ilusionados pero también tranquilos. Esta Liga es muy larga y lo único que hemos aportado son dos buenas actuaciones, donde hemos merecido algo más. Pero Las Palmas va a dar mucho cuando alcancemos nuestro mejor tono físico y algunos jugadores consigamos llegar al nivel que exige la categoría.

- Dicen que hay un doble Jonathan Viera: el de casa y el que juega a domicilio, donde baja su nivel. ¿Es el mismo o no?

- Juego igual en todos los campos. Pero a medida que pasa el tiempo voy descubriendo que el abucheo de las aficiones rivales me motiva. Es bonito que la gente te grite y te pite. Me pasó en la liguilla con el filial y ahora lo compruebo con Las Palmas. Así disfruto más.

- ¡Pues menudo año le espera! Habrá un doble derbi con el Tenerife. ¿Le apetece ganarlo?

- Está todavía muy lejos y no hemos pensado en él. El derbi lo he vivido en las gradas y es impresionante. Dentro del campo, ni me lo imagino. Nos hace mucha ilusión ganarlo pero vamos a pensar en el siguiente adversario, no en el Tenerife. Todo llegará en su momento. Nos toca sumar muchos puntos para acudir a esos partidos de rivalidad con tranquilidad, especialmente el último de la Liga en casa.

- ¿Qué impresión causa el medirse ante futbolistas veteranos que llevan en sus rostros las cicatrices de este oficio?

- Los trato a todos por igual. No les miro a la cara. Insisto: salgo al campo a divertirme sin mirar por encima del hombro a nadie.

- ¿Qué tipo de jugador se considera?, ¿quién es su referente?

- Me gusta tener el balón, combinar, mi virtud es el cambio de ritmo y facilidad de llegada al área. Siempre me fijé en Ronaldinho, como ya dije. También me gustan los movimientos imprevisibles de Iniesta.

- Se habla mucho de la sociedad que mantiene con Vitolo. Nos referimos a la de dentro del campo:

- Son ocho años jugando juntos. Sólo con levantar la cabeza sé dónde está, sé dónde tengo que darle el pase al hueco y antes de verle sé lo que va a hacer. Vitolo es un fenómeno y triunfará en el fútbol.

- ¿Quién le ha sorprendido entre los nuevos canteranos del equipo?

- Ninguno, porque estaba seguro de que todos iban a estar al nivel que el club les había pedido en esta nueva categoría. Todavía queda mucho por enseñar.

- Los Josico, Guayre, Jorge, Guerrero,... ¿qué trasmiten a los novatos?

- Es un placer estar con ellos. Sólo saben dar buenos consejos, especialmente cuando nos equivocamos. Personalmente me siento muy arropado por los veteranos del equipo. Nos dan fuerza para seguir en la línea que hemos iniciado. Ellos también fueron jóvenes y conocen lo difícil que es el comienzo.

- Javi Guerrero dijo tras ganar al Nástic que el míster, Jémez, dice cosas impresionantes en el vestuario alentando a todos.

- Es cierto. Pero lo que él dice se queda en el vestuario. Jémez es un hombre de fútbol y ha sabido encontrar la motivación a los jugadores, tanto a los veteranos como a los que estamos empezando. Salimos a comernos el césped.

- Por cierto, los capitanes auguraron que los protagonistas del incidente de Arrecife, donde estaba usted, iban a ser pronto portada en los periódicos por su calidad futbolística. Dicho y hecho. ¿Qué ocurrió aquella noche?

- No pasó nada anormal. Cometimos un error, lo hemos reconocido y queremos olvidar. Llegamos tarde y ya está. No nos pueden colgar el cartel de fiesteros por un error. La sanción del club ha sido al final un revulsivo, una motivación extra. El primer partido que jugábamos en casa quisimos demostrar que tenían que hablar de nuestro fútbol. Agradezco en especial a mi familia el arrope que me dio durante aquellos días, pero ahora que las cosas han cambiado para bien y recibo elogios son también los que me bajan los humos. Prefiero que me den caña, que me aprieten las tuercas a que me den palmaditas en la espalda.

- ¿Ha quedado algún daño moral por aquel incidente?

- Ninguno: sé lo que soy y dónde quiero llegar.

- En Huesca recibió la visita de representantes. ¿Alguna novedad?

- Ninguna. Se presentan, se dejan ver, quieren hablar conmigo pero mi agente es Pedro Bravo, en el que deposito toda mi confianza. Tengo tres años más en la Unión Deportiva Las Palmas y ése es mi único compromiso. Este escudo pesa y nos invita a dejar la piel en el campo. El dinero ahora mismo no me importa porque mi única ilusión en el fútbol es divertirme y divertir. Tengo que estar preparado porque cuando no salgan las cosas me van a llover palos.

- ¿Ya ha pensado qué hará cuando marque su primer gol con la Unión Deportiva?

- Dedicárselo a mi familia y a mi novia, que han sido mi apoyo.

- José Manuel León dijo que usted era tan hábil que es capaz de bailar un chotis sobre una pulga. ¿Qué le parece el símil?

- Es un halago que recibo con cariño por la persona que lo pronuncia. A ver si hago algo bonito para forzar que haga otra comparación...