La biblia azul del Universidad guarda una página dorada. 1 de noviembre de 2000. Miércoles de fuego. El cuadro colegial noqueaba 2-1 al Atlético de Madrid, en el Estadio Municipal de San Fernando de Maspalomas, y conquistaba su primera victoria en la categoría de plata.

En el actual plantel del Universidad, cuatro jugadores que fueron protagonistas de la gesta siguen dando guerra.

José Ojeda, capitán y emblema del cuadro azulino, el meta Moisés -ahora con funciones de delegado-, Alberto Hernández, centrocampista y jefe de operaciones, y Sergio, baluarte inexpugnable en la retaguardia, recuerdan tras una década aquella victoria por 2-1 en el Municipal de Maspalomas.

"Fue una de las páginas más bellas en la historia de nuestro club", admite Ojeda en el vestuario mientras sujeta un portátil con la fotografía de aquella alineación inicial. Conán, con su dedo índice sobre el PC portátil, recuerda la alineación: "Moisés, Prieto, Ojeda, Sergio, Alberto y Yeray Ortega -fila superior y de izquierda a derecha-. Debajo, Oti, Olsson, Alexis Trujillo, Guillermo Castro y Sesma".

El defensa central, que sigue recuperándose de la lesión de su rodilla, valora que aquella Segunda División A -temporada 2000-01- estaba repleta de ogros. "Era una Segunda de Primera; estaban el CD Tenerife, Sevilla, Recreativo de Huelva, Levante UD y Sporting de Gijón. Esa victoria, por la mínima y ante el Atlético, significó mucho para el vestuario. Era el arranque, el primer paso tras un año complejo. Salvo un partido, que disputamos ante el Compostela en el Estadio Insular, completamos todos nuestros duelos como local en Maspalomas y no contábamos con una afición fiel. Pero el día del Atlético todo cambió. Fuimos un grande, nos sentimos arropados e hicimos historia. Para algunos fue sólo la primera victoria pero para el vestuario fue un balón de oxígeno. Nos quitamos cien toneladas sobre nuestro pecho", concluye.

Ojeda repasa varias anécdotas de aquella tarde que el coloso del Manzanares hincó la rodilla en Maspalomas. "Desde la modestia, y sin que suene a presunción, Kiko Narváez se me acercó tras el partido y me felicitó por el marcaje. También quiero mencionar el partidazo que firmó el ariete Lardín. Fue una pesadilla pero todo el bloque estuvo a la altura".

Abrumador. Ojeda determina que la victoria fue "justa" y que el Atlético se quedó "muy tocado". "Ellos no se lo esperaban, llegaban a nuestra casa y estábamos heridos. Sinceramente no pensaron nunca en la derrota, pero el fútbol, en ocasiones, imparte justicia".

El gran capitán lamenta su ausencia por lesión pero duerme tranquilo. "Hay un plantel y un vestuario amplísimo. Contamos con un técnico como José Juan Almeida que es un motivador nato. Espero que el aficionado acuda al Gran Canaria; su aliento será el motor más potente ante un equipo que asusta".

Tras 13 temporadas en el Universidad, Ojeda no esconde su "emoción" ante el examen copero. "Es especial, volver a vernos con el Atlético marca nuestra historia. Parece un homenaje a aquel año durísimo que nos abocó al descenso sin merecerlo. Quizás nos llegue la hora de la revancha", sentencia.

Moisés, Sergio, Alberto y Ojeda llevan tatuado en su corazón ese 1 de noviembre. El día que el astronauta azul llegó a la Luna. "¿Y si Aridane sorprende a De Gea en el Calderón?", repite Ojeda. Los cuatro mosqueteros respiran por la hazaña. El modesto se ve ganador.