El desplazamiento de un millar de aficionados de la UD Las Palmas entre el puerto de Santa Cruz de Tenerife y el estadio Heliodoro Rodríguez López para presenciar el derbi del fútbol canario resultó una labor difícil a la que se le unió un problema: la hora.

El grueso de los seguidores del equipo amarillo, que jugaba este domingo contra el CD Tenerife, llegó en sendos barcos que partieron desde los puertos de Las Palmas de Gran Canaria (07:00) y de Agaete (08:30). El fast-ferry proveniente desde Agaete arribó antes y los aficionados que venían en éste tuvieron que esperar tres cuartos de hora a que la Policía Nacional (que controló todo el traslado) los unificase con los del otro barco.

El primero de los dos barcos venía prácticamente lleno de aficionados de la UD Las Palmas. En la bodega del fast-ferry también venían 6 furgones de la Unidad de Intervención Policial (UIP). Cuando se bajaron los primeros seguidores, muchos venían ataviados con mascarillas.

Pese a que la mayoría esperó para que la Policía les guiase hasta el estadio, dos guaguas salieron desde el puerto hasta el recinto deportivo con miembros de una peña.

El resto se dedicó, durante los tres cuartos de hora que tardaría en llegar el ferry que había partido desde la capital grancanaria, a cantar, lanzar bengalas, petardos e improperios a los tinerfeños.

No obstante, no fueron los únicos insultos que se oirían, ya que una decena de seguidores del CD Tenerife se agolpaba en la avenida de Anaga y, entre las dos aficiones, se dedicaban a gritarse mutuamente.

Cuando llegó el ferry proveniente de Las Palmas y descendieron los aficionados que venían en él, apenas quedaba media hora para la hora prevista del comienzo del partido, lo que hacía que muchos estuviesen nerviosos. Incluso, el millar de aficionados que hizo el camino escoltado por la Policía se equivocó a la salida del recinto portuario, lo que les retrasó algo más.

Esa circunstancia hizo que la Policía y los seguidores del equipo amarillo imprimiesen un ritmo muy rápido al trayecto hasta el estadio. En gran parte del camino la única nota reseñable fueron los golpes que algunos aficionados a la UD le daban a los coches aparcados en la vía pública.

La aproximación al estadio hizo que la situación se tensara. La Policía tuvo que esmerarse para conseguir vaciar las terrazas que hay en la parte baja de la avenida de San Sebastián, muy cerca del Estadio y repletas de aficionados al CD Tenerife.

Otro de los ´puntos calientes´ fue cuando la comitiva alcanzó el estadio, ya que desde los pisos superiores del Heliodoro se lanzó diversa clase de objetos contra los seguidores de la UD Las Palmas. Finalmente, con el derbi apunto de comenzar, los aficionados amarillos fueron entrando por las puertas 1 y 35, que dan a la grada de San Sebastián, donde se reunificó al grueso de los seguidores de la UD Las Palmas.